El caso de la directora de la Policía Estatal Turística, Jessica Samara Rodríguez, acusada por sus subordinados de obligarlos a entregar copias de sus credenciales del INE, lo mismo que de sus familiares, para favorecer a uno de los candidatos por la gubernatura de Puebla. 

No me pregunté si fue a Cárdenas o no.

Pasó a la dirección de asuntos internos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), donde ya se habría iniciado una investigación interna y donde los mismos elementos afectados ya habrían formalizado sus quejas contra su jefa.

En este espacio le comenté de la queja de la Policía Turística, llegado hasta columna, donde indicaba que iban a ser obligados a entregar sus identificaciones del INE para que estás sirvieran para el bote de un candidato para la gubernatura de Puebla. 

La queja además señalaba de acosos a los elementos de esta corporación policíaca a manos de su jefa que los obligaba a realizar actividades que ellos no querían y que no les correspondían para su trabajo.

Todo parece indicar que a la servidor público se le acabó la suerte y que tras la investigación interna podría ser removida de su cargo, pese a que los mismos quejosos dicen que la servidor público goza de la amistad de mandos de la SSP.

Le comentó que todos los elementos de la policía del estado, el municipio e incluso de la ministerial, gozaron con sus permisos correspondientes para acudir a depositar su voto y que hasta este momento no hay ningún señalamiento de que hayan sido obligados a votar por algún candidato.

  • Presencia del crimen organizado en el Triángulo Rojo.

La presencia de vehículos con el logotipo del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), en poblaciones como Palmar de Bravo, además de municipios como Cuacnopalan, tuvo algo de culpa en que en las votaciones realizadas en los municipios de “El Triángulo Rojo", hubiera una considerable baja participación.

El sólo temor a la presencia del crimen organizado llevó a muchos habitantes no sólo de Cuacnopalan y Palmar de Bravo a evitar el voto. También provocó que muchos de los habitantes en edad de sufragar no salieran de sus domicilios a ejercer su derecho ante el temor de que se pudiera registrar alguna agresión armada.

Este abstencionismo se vio de la misma forma en el municipio de Amozoc de Mota, donde un grupo del crimen organizado de reciente ingreso instauró su propio toque de queda. Ahí se advirtió a los habitantes a no salir para evitar ser víctimas de alguna agresión tanto armada como física.

Estas amenazas, fueron las causas de la poca presencia de votantes en las urnas, además de que a partir de las 8 de la noche, desde la amenaza, los habitantes han decidido no salir de sus casas.

Hasta que alguien ponga en orden a Amozoc.

Nos vemos cuando nos veamos.