Cinco años  o diez minutos en la congeladora son una eternidad y José Juan lo sabe, quizá por ello el diputado que en los últimos días ha sido el “apestado” de la coalición Juntos Haremos Historia ayer intentó conmover al gobernador electo, Miguel Barbosa y ya de paso, comenzó a buscar el cobijo de la presidenta municipal Claudia Rivera.

Al medio día de ayer, Espinosa Torres comenzó un hilo en su cuenta de Twitter en el cual aseguró que su destitución en el Congreso era una instrucción, omitiendo, ventajosamente para él que los legisladores votaron en unanimidad para destituirlo de la Mesa Directiva luego de sus acciones misóginas.

“Son malas señales en vísperas de su gobierno. Se le llama traición y pareciera que es su tradición”, apostilló el niño naranja en su primer mensaje.


Después del golpe vino la sobadita: “Y si estoy equivocado y fue un error por la ignorancia de sus Diputados, lo invito a platicar de frente, sin palomas o halcones mensajeros. Todavía quiero creer en él. Le recomendé no pactar con la corrupción”.

Lo que José Juan no entiende es que su suerte ya fue echada, que difícilmente podrá regresar al lugar de los consentidos y que hoy, lo último que buscan las autoridades –electas y en funciones- es acercarse a un legislador que está marcado por sus comentarios y acciones en contra de las mujeres.

Y que no nos diga el JJ que el señalamiento es mera especulación porque sobran testimonios de las diputadas de Morena, del PT y de Encuentro Social que están dispuestas a contar los altercados, las ofensas y hasta las amenazas que recibieron por parte de este diputado desde que inició la legislatura.

“No dejare trozos de dignidad, cuando me acerqué para felicitarlo solo recibí amenazas y desprecio. Pero estoy de pie y con la frente en alto!”, soslayó en un tercer mensaje y más tarde el hilo de sus tuits desató el circo.

Gabriel Biestro le dijo a José Juan: “Necesitas ayuda profesional” y agregó que el petista usa las “mentiras patológicas de siempre, tus ocurrencias por las que todo mundo te conoce”. Previamente en el intercambio de textos el morenista sostuvo que la destitución fue una decisión meramente legislativa: “Nadie dio la orden de destituirte, esto es algo que por unanimidad se decidió. Todas las bancadas, todos los diputados, sin excepción, votamos a favor. Malos manejos, agresiones, amenazas a diputados son la causa. El único culpable de esto eres tú”.

Después el diputado Emilio Maurer abonó: “Cuando llegamos al congreso todos te apoyamos nos engallaste después nos dimos cuenta de lo corrupto y falso que eras nadie te quiere que feo debe ser ser repudiado fuera vete no sigas haciendo daño nadie dio la orden nosotros te repudiamos (sic)”.

Y en otro tuit el que fuera perseguido político en el morenovallismo añadió –en un castellano poco comprensible-: “El único cínico y mentiroso se llama JoseJuan date cuenta tus robos te acusaron nadie mas el que obra mal se le pudre el culo tu lo tienes podrido (sic).

Ahí, en el rechazo a la conducta de José Juan, hasta el panista Oswaldo Jiménez encontró cabida: “Naaaa, si les dieron la orden. Peeero, nosotros desde el inicio de la legislatura observamos y denunciamos el proceder de @JoseJuanEsp, pero entonces todos estaban de amiguitos. El tiempo pone las cosas en su lugar”.

Y ante todo el lodo y la mierda que están por caer sobre el exalcalde, JJ decidió que ahora sí es tiempo de evitar la violencia contra las mujeres, incluso intentó “defender” a la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco: “El vocero de @MBarbosaMX que nos quitó miles de votos en #PUEBLA, usa el periódico de un morenovallista para atacar con #ViolenciaPoliticaDeGénero a @RiveraVivanco_  Le pido a @MBarbosaMX frene a sus carniceros, la reconciliación empieza en casa”.


Algo tarde llega su mensaje a favor de la mujer que gobierna el municipio más poblado de Puebla, en el imaginario social su rostro ya está anclado al de un diputado machista y misógino. Ni más ni menos.