Escrita por el propio Intolerante:

¿Qué pasa mi manada Intolerante?

Con algunos días de retraso (pero no como el de algunos diputados misóginos, arribistas y barriobajeros), las altas esferas de este grupo editorial, por fin, me dieron luz verde para llegar a todos ustedes.

Para los que no me conocen, soy el Intolerante: Reportero luchador de Intolerancia, soltero, guapo, cumbianchero, mezcalero, cemitero y de la Franja, aunque gane.

En mi Whats App se acepta de todo: denuncias ciudadanas, reportes viales, avisos parroquiales, invitaciones a bailar, mentadas y hasta sugerencias.

Escríbanme a mi WhatsApp 2225729074.

Las escobas de doña Claudia

Mis intolerantes, si el pasado fin de semana se pasearon por nuestro precioso Centro Histórico, tal vez se toparon con una bolita de funcionarios fifís escoba en mano, cubre bocas, guantes rojos y posando pa’l Feis.

Pues resulta que nuestra tristemente célebre Claudia Rivera, desesperada por demostrar su compromiso por convertir a Puebla en una ciudad de primer mundo, se puso -junto a sus secuaces- a limpiar las calles del Zócalo.

¿Se imaginan la escena? Pues mejor no se la imaginen y vean aquí la foto.

Y la neta es que yo jamás lo diría porque soy un caballero de esos que ya no hay, pero si algún pelagatos la ve, seguro le pregunta que si es para volar. Es donde digo: ¿para qué madres se expone?

Sin embargo, en donde nuestra incluyentísima alcaldesa tendría que darle una buena barrida es al Palacio Municipal, empezando por su gabinete, y no andar haciendo estas ridiculeces que nomás sirven pa'l retuit.

Ojalá que pronto, Claudia comience por quitarse de encima los lastres que la tienen a punto del naufragio.

¿O espera que alguien más, allá arriba, le haga la chamba?

¿Una fregadera más del JJ?

Ayer, les informamos que más de 4 mil 440 millones de pesos usados durante el mal gobierno de Rafael Moreno Valle, entre 2015 y 2016, se encuentran en el limbo.

No sé ustedes, pero la duda obligada es: si esa información les llegó hace seis meses al Congreso, ¿qué chingados hicieron con ella durante ese tiempo?

Será que mi “JJ” también andaba en el limbo, más ocupado en sentirse el dueño del Congreso que hacer su chamba en la Comisión Inspectora, ¿o será que él también andaba miedoso con esa auditoría? Achis, achis, los mariachis.

Hasta aquí por hoy y atentos y bien portados que este héroe de barrio los vigila.