Ante el tropiezo de la primera semana por los linchamientos en Cohuecan, el Vicealmirante Miguel Idelfonso Amezaga Ramírez, vio encenderse luces rojas a su alrededor, por lo que emitió una voz de auxilio a sus jefes y recibió de inmediato refuerzos para todo su equipo.

De inicio, son tres los integrantes de la Secretaría de Marina quienes han llegado a Puebla. Fue el propio gobernador Luis Miguel Barbosa quien ayer por la mañana dio a conocer que en la Subsecretaría de Desarrollo Institucional y Administración Policial estará a cargo del Vicealmirante José Guadalupe Ávila Gil; el Jefe del Estado Mayor de la Oficina del Secretario de Seguridad Pública será el Vicealmirante Alfonso Flores Alvarado; y en la Dirección de la Policía Estatal de Carreteras, a cargo del Contraalmirante Adalberto Arauz Arredondo.

Los tres nombramientos obedecen de manera directa la línea federal para que sea la Marina, la institución que coordine los temas de seguridad a nivel estatal, por lo cual enviaron estos mandos y se presume llegarán muchos más.

Si bien la carta fuerte en un principio era Marco Antonio Ortega Siu, quien tuvo que declinar para seguir en la esfera nacional, las designaciones podrían ser acertadas para poner orden en la seguridad pública y vaya que se necesita, particularmente porque el actual secretario, no conoce a fondo el problema de seguridad, no tiene experiencia en el área.

Cómo olvidar hace cuatro años, para ser más exactos en el mes de julio cuando efectivos del Ejército mexicano detuvieron a Marco Antonio Estrada López y Tomás Méndez Lozano, director y Jefe de Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Estatal Preventiva, por su relación con la comisión del delito de robo de combustible a Petróleos Mexicanos.

En la columna del 15 de julio de 2015 revelamos que el gobierno estatal se aferró a defender a sus altos mandos policiacos que aplicaron sin piedad la #LeyBala.

Entre los protegidos del morenovallismo estaba Marco Antonio Estrada López, que en ese entonces fungía como Jefe de Operaciones Especiales de la Secretaría de Seguridad Pública.

Y que de acuerdo a las investigaciones periciales y las de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos Estrada López, coordinó el brutal operativo policiaco en contra de los habitantes de Chalchihuapan —desalojo en el cual falleció José Luis Alberto Tlehuatle Tamayo de 13 años al golpearle la cabeza con un proyectil lanzado por la policía—.

El morenovallismo en su afán de conservar una imagen impoluta, protegió al policía represor. Y no sólo eso, otro de los responsables directos de la brutalidad policiaca: Facundo Rosas Rosas, en su calidad de secretario de Seguridad Pública lo premió.

Después de la violenta represión de Chalchihuapan, el morenovallismo premió a Estrada López. El 25 de septiembre, dos meses y medio después del brutal operativo policiaco, el secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, ascendió a Marco Antonio Estrada López como director de la Policía Estatal Preventiva (PEP).

Hoy, con la llegada de los marinos a Puebla, todos esperamos que la Policía Estatal se limpie, haya disciplina, estrategia e inteligencia, pero sobre todo, que gracias a ese conjunto de acciones nos devuelvan la tranquilidad.

¿Tendrá esa capacidad el Vicealmirante Amezaga?

Tengo mis dudas, pero veremos y diremos.