El peor de los escenarios para la memoria del difunto Rafael Moreno Valle, quien al momento de su muerte era el coordinador de los senadores del Partido Acción Nacional y su esposa, la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, no es sólo el desmantelamiento del aparato que montaron en más de seis años de maximato en Puebla y que ya cobraba visos de extenderse a nivel nacional.

Al expediente de las investigaciones sobre presumibles actos de corrupción en distintos niveles de gobierno cometidos por subalternos, está la rapiña en el ámbito más íntimo de la pareja fallecida el fatídico 24 de diciembre de 2018, como ya se ha dicho con insistencia.

Una fuente cercana al caso se puso en contacto con el autor de la Parabólica luego de haber consultado la entrega del martes 6 de agosto Moya, el maletero no solo para confirmar todo lo publicado, sino para ofrecer datos adicionales.

Las diferentes versiones fueron confirmadas una a una por el reportero. Por ejemplo, el robo cometido en la emblemática casa de Las Fuentes, lugar en donde se encuentra la casa que habitaron, apenas se había venido abajo el helicóptero como una metáfora siniestra del proyecto de Moreno Valle.

Testigo de la rapiña desatada, la madre de difunta gobernadora Martha Hidalgo terminó por abofetear a Mercedes Aguilar López, la ex secretaria particular de Moreno Valle al advertir que era artífice de un saqueo en la casa del matrimonio defenestrado el 24 de diciembre.

El botín, consistente en ropa, joyas, relojes y plumas de marcas como Ermenegildo Zegna, Carolina Herrera, Salvatore Ferragamo, Montblanc entre otras; también desaparecieron cuadros de arte y esculturas; balones de fútbol soccer autografiados. Todo con un valor incalculable.

Dato que salta a la vista. La poderosa pareja tenía como mascota un gato, Koblenz, que el propio Moreno Valle había presumido en su cuenta de Twitter en octubre de 2016 y que todo el grupo conocía muy bien. También desapareció.

En el largo relato la fuente desestimó versiones de prensa sobre la supuesta sustracción de equipo de espionaje albergado en la casona de Las Fuentes, como ya se había publicado con anterioridad.

En cambio ratificó lo publicado en la Parabólica y añadió que el monto de lo sustraído fue a parar en una vivienda del rumbo de mayorazgo. Hay denuncia penal en la Fiscalía General del Estado y la historia va a dar para muchas entregas más.

Los nombre de los testigos el reportero prefiere mantenerlos en reserva, por obvias razones. Lo que queda claro es que generar un ámbito de lealtad, con su muerte, los Moreno Valle-Alonso Hidalgo, se desataron las lealtades y las ambiciones.