Un tema que se discutirá de aquí a octubre de 2020 es si se aprueba o no la figura del llamado diputado migrante, que ya existe en el Estado de México, así como en Zacatecas, pero que fue eliminado en Chiapas por falta de resultados.

De entrada la iniciativa suena interesante y necesario, basta recordar que casi millón y medio de poblanos viven fuera del país, principalmente en Estados Unidos.

Ayer el consejero electoral, José Luis Martínez López, señalaba que en caso de que se aprobara la reforma, no sería una, sino dos las posiciones que se darían, una vez que estamos en la moda de Paridad de Género, con lo cual tendría posiblemente que ampliarse a 43 el número de legisladores en el Congreso del Estado.

La pregunta es quién o quiénes van a elegir al o los diputados migrantes, será una votación entre los poblanos que viven en los Estados Unidos y el resto del mundo, o se permitirá que los habitantes de las zonas expulsoras sean los que postulen al diputado y diputada.

La situación es más compleja de lo que se piensa, hay que tomar en cuenta que pese al viaje de los consejeros electorales para promover el voto en el extranjero, el número de poblanos radicados los Estados Unidos que mostró interés en la elección pasada, fue mínimo.

Los números indican que en la elección de 2019, de los 4 mil 269 poblanos radicados en el extranjero que se registraron para emitir su sufragio, vía postal, sólo unos 2 mil votaron, es decir que se impuso el abstencionismo con más del 50 por ciento.

Estamos hablando que apenas el 0.12 por ciento se interesa en una elección local, así que de acuerdo a los costos valdría la pena evaluar con lupa la designación de dos diputados.

No se trata de una exclusión, sino de evitar caer en cuestiones solo de tipo político, al migrante hay que apoyarlo realmente, que las llamadas Casa Puebla en verdad funcionen, que puedan tramitar las actas de nacimiento, copias de certificados de matrimonio, constancias de estudios escolares y lo que realmente piden los migrantes. ¿Uno o dos representantes en el Congreso realmente garantizarían esos apoyos?

Otra duda es ¿Cuál de los partidos políticos serán los que podrían aprovechar la ocasión para ganar esos dos espacios en el Congreso?

  • El relevo de Derechos Humanos

Este viernes vence el plazo para el registro de aspirantes para presidir la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ayer en la tarde, había seis inscritos, sin embargo para hoy se espera un movimiento mayor.

Por lo pronto ya está confirmado que llegará a registrarse el doctor en derecho Germán Molina Carrillo, quien dicen se perfila como uno de los más serios aspirantes a ocupar la presidencia, y de acuerdo a algunos comentarios, buscará que a nivel local se reabra el caso Chalchihuapan.

  • ¿Facturas falsas en el MIB?

Ayer el senador Alejandro Armenta defendió la Ley contra las Empresas Fantasma, negó que se trate de terrorismo fiscal y desnudó lo que desde entregas anteriores le comenté, que esta iniciativa buscaba combatir y sancionar los abusos morenovallistas así como el saqueo del erario.

Después de reiterar que algunos políticos se disfrazaron de empresarios y se volvieron delincuentes, detalló que se crearon cerca de 8 mil empresas, en promedio cada una de estas emitió mil 125 facturas, es decir más de 9 millones de comprobantes que “ampararon actos inexistentes”. 

El huachicoleo se legalizó fiscalmente a través de Empresas Fantasma. Otra más, el saqueo presupuestal… Hubo cinco estados de la República que recibieron recursos extraordinarios vía fideicomisos y te lo digo como senador por Puebla”; fueron parte de sus declaraciones que dieron pie a la revelación de la tarde.

Alejandro Armenta aseveró que el Museo Internacional del Barroco “no costó más de 800 millones de pesos” sin embargo los poblanos pagaremos por él “7 mil millones de pesos… porque hay empresas fantasmas y facturas que amparan actos inexistentes”; es decir que la obra del arquitecto japonés Toyo Itō se pagará ocho veces que su valor.

Así pues, las declaraciones del senador Armenta Mier, demuestran lo que le comentaba el pasado miércoles, con la Ley contra Empresas Fantasma, los “empresarios” morenovallistas comienzan a temblar.

Ni más ni menos.