En esta Cuarta Transformación ahora hay quien se queja del presunto desmantelamiento del llamado Museo Internacional del Barroco, del cual se presumió que era el más grande de América. A esos olvidadizos habrá que aclararles que el inmueble fue “alimentado” con obras de espacios culturales que realmente fueron saqueados por Rafael Moreno Valle, para llenar la bodega construida por un arquitecto japonés.

Los especialistas de la UNESCO, ello declararon el Centro Histórico de la Ciudad de Puebla, Patrimonio de la Humanidad, con el objetivo de que fuera entre el primer y segundo museo colonial vivo más grande de América, con 391 manzanas en las cuales existen 2 mil 619 edificios con valor histórico construidos en tres los siglos XVI y XIX.

Basta hacer un recorrido a pie por el primer cuadro para apreciar la Capilla del Rosario, la fachada del templo de La Compañía, diferentes piezas de arte religioso, retablos en las iglesias, el Salón Barroco del Edificio Carolino o las pinturas que se encuentran en Catedral; para darnos cuenta que nos quisieron vender espejitos a los poblanos, ofreciendo el primer museo del barroco, que ya existía desde hace siglos.

Recordemos que durante el sexenio de Rafael intentó desaparecer el Museo José Luis Bello para trasladar sus piezas a su faraónica obra; la Casa del Alfeñique también se desmanteló para poder presumir su riqueza en el MIB.

Así pues, lo que hoy se está haciendo al sacar las piezas del inmueble de la vía Atlixcáyotl, es simplemente regresarlas a su sitio original y colocarlas en el verdadero museo.

No sólo los museos del centro fueron desmantelados. Hace siete años al ponerle un techo al Fuerte de Guadalupe, se desmanteló el museo de sitio de Xochiapulco con la promesa de que les regresarían las piezas en cuestión de meses, además de una carretera. En esas fechas Intolerancia Diario documentó el saqueo a través de un reportaje, pero las autoridades, la ASE y los diputados, guardaron silencio.

  • Comenzó la guerra por el Charlie Hall

Gran polémica desató la instalación de las Casas de Gestión del diputado Gabriel Biestro quien aprovechó los vacíos legales para colocar inmuebles que sirven para gestionar apoyos a los capitalinos.

Hay quien lo mira como un acto anticipado de campaña y asegura que las 17 casas, una de ellas instalada en la junta auxiliar de San Felipe Hueyotlipan, son el inicio de la carrera de Biestro por obtener la candidatura a la presidencia municipal de Puebla aunque por el momento no sabe si cuenta si quiera con la bendición del gobernador Barbosa.  

En contraparte, hay quien aplaude que el presidente del Congreso ponga el ejemplo y cumpla con la labor de gestión que es una de las actividades principales de los diputados. Incluso, los defensores, recuerdan que Biestro fue de los pocos que devolvieron 170 mil pesos que estaban etiquetados para su Informe de Labores.

Lo cierto es que las famosas Casas de Gestión, que no son nuevas ni exclusivas de la Cuarta Transformación, sí acelerarán la carrera rumbo al 2021. Si no me cree espere unos días cuando los primeros informes de gobiernos municipales y los de los diputados comiencen a ser más un espectáculo y oda a las figuras públicas, que rendición de cuentas.