Las dos mujeres panistas que ahora se envuelven en la bandera de la economía familiar y que se desgarran las vestiduras asegurando que el aumento al pasaje será un duro golpe para las familias; fueron las mismas que como diputadas federales votaron a favor del llamado gasolinazo, claro está por órdenes de Rafael.
Tanto Genoveva Huerta como Mónica Rodríguez fueron parte de los diputados federales por Puebla que en octubre de 2016 votaron a favor de que mes con mes el precio de los energéticos subiera en todo el país.
Por esa y otras razones sorprende que ahora levanten la voz y cuestionen el alza en el precio del transporte público. Resulta incongruente que en sólo tres años, ambas panistas cambien tan radicalmente de opinión ¿o acaso pensaron que el aumento al diésel y las gasolinas no afectaría a los campesinos?
Es claro que en aquel octubre, cuando obedecían a ojos cerrados todo lo que Moreno Valle les mandataba, tuvieron una visión muy distinta del daño a la economía familiar, que la que hoy tiene.
La incongruencia en el actuar y las declaraciones de ambas refleja también que su defensa para que el costo del pasaje se mantenga en seis pesos es solo un lucro político con el cual buscan ganar simpatías de cara a las elecciones de 2021.
Pero como bien lo señalé ayer en este mismo espacio, al final sus declaraciones terminan por ser un atentado a la inteligencia de los poblanos y de los ciudadanos en general porque aquí estamos y aquí estaremos para recordarles que eso que tanto critican y señalan hoy; ayer lo hicieron sin pudor alguno.
¿Acaso Genoveva Huerta o Mónica Rodríguez explicaron ante los poblanos por qué aprobaron el gasolinazo aunque toda su bancada ya había anunciado que irían en contra de ese aumento?
Es cierto que no sólo Genoveva y Mónica aprobaron aquel “ajuste”. De nuestra hemeroteca rescato este fragmento publicado precisamente en octubre de 2016:
Y para que quede claro, no se trata de decir que era mejor que subieran los precios de los energéticos; ambas medidas son completamente impopulares y también las dos, golpean terriblemente la economía de las familias, principalmente la de los más pobres.
No cabe duda que la incongruencia y la doble moral forman parte del ADN panista.