El repudio es unánime. Nadie en su sano juicio puede avalar que secuestren a mascotas, las mantengan en pésimas condiciones y después su carne sea vendida en algún tianguis. Pese a lo terrible de la historia, la mujer fue liberada porque los jueces no encontraron en la ley ningún elemento para mantener tras las rejas a María Consuelo “N”.

La sociedad poblana compartió su sentir y sus quejas a través de redes sociales y hasta se improvisó una pequeña manifestación frente a la Fiscalía del Estado tras conocerse que la apodada #MataPerros sería puesta en libertad.

La indignación social escaló, precisamente porque la ley actual impone sanciones light contra ese y otros delitos. Claro está que al momento de redactar y aprobar la reforma al maltrato animal, difícilmente algún legislador pensaría en este o en otro caso similar.

La última reforma –en 2013- al Código Penal de Puebla sobre el maltrato animal señala que las penas pueden ir de dos a cuatro años de cárcel, en el mismo no se considera como un delito grave, por ello María Consuelo “N” fue liberada el sábado pasado y continuará su proceso en libertad.

María Consuelo “N” también fue acusada por abandono de persona ya que dejó en el departamento y a su suerte al mayor de sus hijos, que padece discapacidad motriz, justo cuando la turba amenazó con sacarla de su casa y lincharla.

Por este delito, que nuestro Código Penal tampoco considera grave, los dos hijos menores de edad, de la mujer, están bajo custodia del DIF.

Sin duda, el tema seguirá causando escozor entre los poblanos durante los próximos días. De entrada la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, anunció que presentaría una iniciativa de reforma, uno pensaría que el centro de ese proyecto tendría que ver con aplicar sanciones más severas a quien maltrate a las mascotas y ya de paso, a quienes abandonan a las personas desvalidas. 

  • Los trenes, ¿obsesión de tiranos?

No hace muchos años, en Puebla sufrimos lo que hoy comienza a padecer todo el país. Los rasgos de dictador que ha tenido López Obrador son muy similares a los que impuso Rafael Moreno Valle, en nuestro estado.

"Llueve, truene o relampaguee, se va a construir el Tren Maya; lo quieran o no lo quieran… Me refiero a los conservadores que están queriendo poner obstáculos, pero ya saben ustedes cómo soy de especialista en carrera de obstáculos… Además soy perseverante, soy muy terco y va a haber Tren Maya”, dijo el hombre que tres veces compitió por la presidencia de la República.

El Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el aeropuerto en Santa Lucía; son tres proyectos emblemáticos de AMLO que tienen muchos parecidos a las obras que Moreno Valle se empeñó en hacer en Puebla pese a lo inútil y costosas que resultaron. Ejemplos sobran pero aquí algunos: el Tren Puebla-Cholula, el Teleférico, la Estrella de Puebla o la línea 1 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA).

El riesgo es alto y lo decimos con conocimiento de causa. Las obras morenovallistas como el cierre del aviario o la construcción de RUTA, ocasionaron la muerte de aves y arrasaron con un importante número de árboles; esa destrucción ecológica es también parte de lo que Andrés Manuel quiere omitir pero que innegablemente se presentará en el sureste del país al construir las vías y estaciones de su trenecito.

La justificación de que se tratará de una obra que atraerá el turismo no alcanza. El sur de nuestro país por sí mismo es una joya. Si López Obrador de verdad está interesado en promover la industria sin chimeneas para detonar la economía local, bien haría en ponerle un remedio al problema del sargazo que tanto daña a las costas del Caribe Mexicano o podría ir mejorando las políticas migratorias para que en lugar de que los turistas encuentren a inmigrantes dormidos en las calles de Chiapas, cuenten con circuitos ecoturísticos.