Nadie lo duda. Los moches fueron otro de los muchos agravios que la administración de Rafael Moreno Valle enquistó en las dependencias oficiales. En Intolerancia Diario lo dijimos hasta el cansancio, le dimos voz a quienes nos mostraron grabaciones, comprobantes e incluso —en su momento—, buscamos por transparencia los datos que ayudaran a corroborar las malas prácticas de ese gobierno.

Sin embargo, el gobierno actual comenzó a caer en una insana declaracionitis donde culpar a los gobiernos anteriores parece ser el deporte favorito.

Este fin de semana, la secretaria de Bienestar Social, Lizeth Sánchez señaló al aire que durante las administraciones anteriores se solicitaban moches para la entrega de apoyos sociales como tinacos, láminas, computadoras, calentadores, fertilizantes y otros más.

Claro que hubo moches, los poblanos no dudamos ni por un instante que los hubo, pero ya es hora de que el gobierno comience a actuar, que nos presente las denuncias interpuestas, nos revele —con las debidas reservas—, los montos del daño patrimonial, los nombres de los implicados, el avance de las investigaciones y claro, las inhabilitaciones y sanciones, administrativas y penales que resulten de un verdadero combate a la corrupción.

Hoy a nivel nacional, estatal y local; los representantes de Juntos Haremos Historia son gobierno. Los tiempos de ser oposición y realizar campaña concluyeron. Hoy ellos son El Estado, El Gobierno. La declaracionitis y las frases mediáticas ya no pueden ser parte del esquema de gobierno, precisamente por ello ya no alcanza que nos vengan a decir que en otras administraciones predominó la opacidad y se cometieron cientos de irregularidades.

Ahora los gobernantes necesitan actuar y presentar las denuncias correspondientes, pero no a través de los titulares de las diferentes secretarías. Es un tema de la Secretaría de la Función Pública y en su momento de la Auditoría Superior del Estado, que las áreas de gobierno se pongan a trabajar y que los auditores hagan su trabajo. Y claro está, en su momento deberán informar el resultado de las investigaciones y revelar los montos y los nombres de las personas que por negligencia o con pleno conocimiento de causa, cometieron delitos patrimoniales contra el estado.

Es cierto que los poblanos queremos resultados sobre los excesos del morenovallismo y urge que nuestras autoridades actúen pero con datos concretos y los resultados reales de las investigaciones, en pocas palabras, ya no sigan lopezobradoreando.

Legislando con intereses encontrados

De las muchas iniciativas que se encuentran en la congeladora local existen algunas que son realmente necesarias, por ello, el “rescate” de las que permitan enriquecer el decreto que envió el gobernador Miguel Barbosa para erradicar la violencia contra las mujeres es aplaudible.

Digamos que lo bueno, además de la preocupación del gobernador por disminuir la agresión contra las mujeres, es que se tenga la humildad de escuchar a otras voces con experiencia legislativa.

Lo malo es que se haya pagado a un despacho en la Ciudad de México para que realizaran propuestas de reformas a las leyes en Puebla.

Lo feo es que ese mismo despacho se encuentre tan atrasado en materia legislativa que considere al matrimonio sólo como la unión de un hombre con una mujer o peor aún, que mantenga la criminalización a las mujeres que deciden abortar.

Confiemos en que la oposición tenga la fuerza necesaria para impulsar un dialogo abierto en la discusión de temas como los matrimonios igualitarios o la despenalización del aborto, dos tópicos que por increíble que parezca, eran las banderas de guerra de los que precisamente hoy son mayoría.