El levantón de una familia de comerciantes, compuesta de cuatro personas, entre ellos dos menores, además de otros dos comerciantes, que después fueron liberados, puso en evidencia un grave problema que enfrenta la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y es que no existe comunicación, ni entre ellos ni en sus comandancias del interior del estado.

Y es que, mientras que la Policía del Estado, además de la Guardia Nacional, buscaban a los levantados por hombres armados, no había comunicación entre las comandancias de la Policía Ministerial, por una sencilla razón, no tienen línea sus radios matra, porque la Fiscalía General del Estado (FGE), no ha hecho los pagos correspondientes para que funcionen las repetidoras.

En otras palabras el Fiscal a cargo, Gilberto Higuera Bernal, o se le olvidó mandar a pagar o como piensa que ya se va, no le importa este grave problema que enfrentan agentes que están en comandancias foráneas.

¿De qué manera pueden pedir apoyo, en caso de que sea necesario, sino sirven sus radios?

Mamitas, ¿El Comienzo?

Lo ocurrido en el Men´s Club Mamitas, de Circuito Juan Pablo II, 2457 de la colonia La Hacienda, la madrugada del domingo 13 de Octubre, tiene por lo menos dos vistas.

La presencia en Puebla del crimen organizado, además del inicio de acciones bélicas en centros nocturnos, lo que mantiene bastante preocupados a quienes viven en las cercanías de centros nocturnos como este.

Imagine el lector que esos sujetos que dispararon contra la fachada del Mamitas, se les hubiera ocurrido quemar el lugar, como ha ocurrido en Veracruz y en otros estados, estando a pocos metros una gasolinera.

Esta preocupación le fue llevada a la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, por parte de vecinos de la calle Hacienda de Guadalupe y otras más, cercanas a este negocio, que han solicitado que este lugar sea reubicado.

La petición es simple y llena de lógica. Los vecinos tienen miedo de que otra agresión similar ocurra de nuevo.

En esa ocasión y de manera afortunada los hechos fueron durante la mañana del domingo, entre las 5:30 y las 6, cuando la circulación en las calles es relajada.

Pero si hubiera ocurrido en uno de los días cuando las actividades inician desde las 5 horas, quien sabe que hubiera pasado.

Nos vemos cuando nos veamos.