Lector querido, a ver si puedo transmitir claramente lo que pienso cuando escucho a alguien decir la profundísima y filosófica frase “así es la vida”.

Se me retuercen las tripas, “así es la vida”, ¿de quién?, me pregunto, porque de seguro la forma de ver la vida de la Madre Teresa de Calcuta fue bastante diferente a la que tuvieron Dalí o Chanoc en su momento, o la que tienen Trump o mi compadre El chácharas, o mis nietos.

La verdad es que la vida es como uno desea verla, según el grado de masoquismo o de paranoia que se padezca. Desde luego que hay percepciones de la vida con las cuales coincidimos la mayoría, así podemos decir que estamos viviendo un grado de crueldad y corrupción que ya nos desbordó, pero, aunque coincidamos en esta penosa realidad, la percepción de esta desgracia la vivimos de forma diferente cada uno de nosotros. ¿por qué pienso así?,¿por qué percibo lo que vivo como una agresión, una fortuna o un hecho intrascendente? Ahora que pregonar “así es la vida” a voz en cuello nos hace sentir como que participásemos en una charla socrática o en un convivio cartesiano, aunque en el fondo lo que queremos decir es “no tengo la más repajolera idea de por qué la vida es así” para mí.