Es una historia tan, vieja, tan vieja que Noé, al pie de su arca al estar embarcando lo relató y anotó al margen de la página dónde se describe su aventura al llegar el Diluvio Universal; << “dos de los toros para embarcar eran tan bravos que se pelearon y se causaron serías lesiones y ya no pudieron ir…” >> Es tan vieja esa historia que mucho llama la atención que recurran a ella los manejadores actuales de la Gran Plaza. ¿Qué el ingenio no les dio para inventar otra historia?, o, más honestamente decir la verdad: Qué la corrida de “Villa Carmela” no pasaría y de ser protestados los toros, mejor decidieron sustituirla por otra de “De la Mora” ganadería nueva y formada con simiente de Don Fernando. En la foto un Señor Trincherazo de Ginés Marín.
De los seis, sobresalieron; “Barba roja” el albardado lidiado como primero por Juan Pablo Sánchez y el fijo, muy serio “Ojos míos”, negro, tocado del derecho y muy bien cortado de mucha presencia que fue cierra plaza lidiado por el extremeño…¡Ah, que inició de faena con rodillas en tierra! Demostrando que una cosa es querer y otra muy distinta: “poder” y tener el poder para hacerlo, como lo ha hecho Ginés Marín.
El resultado: 1 oreja Juan Pablo Sánchez cortada con mucho temple, ha dejado muy en claro que únicamente requiere de que se le den más toros, justo es que su nombre aparezca en mayor número de carteles, aunque claro queda que su toreo nunca, nunca será del gusto de las masas que llenan las plazas en las ferias de pueblo, se llevó además la satisfacción enorme de Una Vuelta al ruedo al igual que Ginés, ambas muy merecidas y para los dos toreros, por injusta negativa del protagónico ocupante del palco les fueron nevados trofeos que bien merecían, incluyendo la salida a hombros de Juan Pablo.
42 517 entusiastas espectadores, abarrotaron al tope la Plaza México, cifra record de aficionados al deporte antes llamado “Blanco” por los termos que usaban sus protagonistas y que hoy son variopintos, lo de más llamar la atención es que muchos de los asistentes son locuaces anti-taurinos, de esos que además de estar contra el Toro, han llegado a pedir el derrumbamiento de la Monumental Plaza; pero la noche del sábado bien que disfrutaron el gran y único ambientazo que campea en Doña Plaza la Gran Señora incluso degustando sus riquísimas “hamburgers” obvio, de exquisita carne de res, lo que de verdad se extrañó fue que al terminar el partido no apareciera “el Greñas” para sacar a hombros al primer raqueta triunfador Roger Federer el Matador (de bolas) suizo, figura del tenis, quien con su sólo nombre en el cartel logró el llenazo. De los asistentes, aficionados o no al Toro la gran mayoría comentó que lo más valioso, fue el gran y regocijante ambiente…claro: Ambiente único y peculiar de la Gran Plaza. Por ello, piensa, muy concentrado, en la foto Enrique Ponce ¿Qué tal será la entrada para este domingo? A verlo alternar con otro torero que despierta gran inquietud Pablo Aguado pero sobre todo verlos lidiar la bravura y raza pura se los “Reyes Huerta” que envía José María Arturo Huerta. 8 Toros 8 de ese Fierro, así anunciados…¡A mo a ver…!
Esta nota se escribe con mucha satisfacción: todo el dramatismo del compañerismo torero en este disparo muy oportuno del fotógrafo nuestro, nacional, el zacatecana Manolo Briones. FOTO titulada “México en la piel” que ha sido premiada por Las Ventas, “PREMIO PLAZA 1” en Madrid. Premio este año compartido con otras 2 fotografías, una de la bella Lea Vicens y la otra maravillosa y espectacular toma de la Maestranza de Sevilla autorías de Victor Luengo Rául Barbero que ya iremos presentando.
Curiosa y muy controversialmente, el mismo martes que se otorga este muy prestigiado premio, uno de los protagonistas de la escena, El llamado “Torero” y bien ganado tiene el mote, Juan Antonio Hernández, por la tarde del mismo día, en el salón de actos de prestigiados escuela en Huamantla, rinde protesta como Presidente de la Peña Taurina de Huamantla, acto que ahí se efectuó debido a que las autoridades municipales “cerraron” el Museo Taurino, que ha venido siendo tradicionalmente sede y hogar de esa Peña, cosas increíbles que solamente por estos rumbos se ven.
Y, ya me despido con lo escrito por el Matador “Titino Monteras” (a) José Luis Ibarra Mazari: << “ al terminar una serie de pueriles capotazos casi Llegaba a la banqueta arrastrando su mugroso trapo con un andar que quería ser garboso - igualito a una célebre foto de Gaona -, y agradecía ¿montera en mano? las ovaciones interminables de un público tan imaginado como el Toro…Acuérdate de su ropa: una camisa de cuadros azules que nunca abandonó, unos pantalones ajustados hasta con alfileres de seguridad y llenos de remiendos color tiempo” >>.