La llegada del morenovallismo en Puebla significó 9 años de ostracismo en la investigación y la persecución de delitos, donde miles de denuncias de delitos, desde graves hasta los considerados comunes, terminaron en el archivo muerto, sin castigo para los responsables.

Nueve años donde aumentaron los delitos de alto impacto como el robo de hidrocarburos, el narcomenudeo, la trata de personas, los feminicidios, homicidios, secuestros, asaltos a transportes, comercios, casas habitación.

Nueve años donde se dio por concluida la Procuraduría General de Justicia y se dio entrada a una "moderna" Fiscalía General del Estado FGE, que pasó a ser el brazo represor del morenovallismo, representado por su líder y ahora extinto Rafael Moreno Valle.

La persecución política, espionaje, protección a delincuentes, fraude electoral, fueron las principales actividades de un Víctor Antonio Carrancá Bourguet, al frente de una Fiscalía que no sólo sucumbió ante un nuevo Sistema Penal Acusatorio, sino que además se vendió al mejor postor y este fue el crimen organizado.

Delitos como robo de hidrocarburos, narcomenudeo, delincuencia organizada, incrementaron así como otros los homicidios por ejecución, los secuestros, extorsiones, robo de vehículos y a transportes, etc.

Nueve años que están a punto de terminar, una vez que el Congreso del Estado decida no ratificar como fiscal General del Estado, a Gilberto Higuera Bernal y dar paso a otra etapa más de una Fiscalía, actualmente carente de credibilidad de la gran mayoría de los poblanos.

En estos últimos días han trascendido comentarios de conocedores en esta materia que consideran que de 100 carpetas que se inician menos del 10 por ciento se judicializan, que tan sólo en un distrito, como el de Atlixco, existen por lo menos 200 órdenes de aprehensión por delitos graves que les han dado cumplimiento.

Que Gilberto Higuera sea ratificado como Fiscal General del Estado, significa seguir los mismos pasos de Víctor Antonio Carrancá, para proteger a todas las mafias que tomaron fuerza durante el morenovallismo, además de fortalecer la corrupción, el abuso de poder, la negligencia.

Colocar a un personaje como Gilberto Higuera, al frente de la Fiscalía, en medio del sospechosísimo de que también trabajo en las filas de servidores públicos que protegieron al Cartel de Sinaloa y que aún protegen, es poner en duda otros 6 años de investigación y persecución de delitos.

Nos vemos cuando nos veamos