La pobreza política de la oposición frente a la 4T parece exultante, según se pudo apreciar este fin de semana, en dos episodios que corrieron en paralelo, y que sin embargo terminaron por ofrecer el mismo escenario.

El más reciente fue el de los dos únicos legisladores que participaron de la sesión solemne en el Congreso del Estado en la que el gobernador Miguel Barbosa envió su informa de trabajo.

Cómo estaba previsto, el discurso de la coordinadora del grupo legislativo del Partido Acción Nacional, Mónica Rodríguez Della Vecchia fue el más áspero frente al gobierno del Movimiento Regeneración Nacional.

De las piezas oratorias expresadas el domingo en la sesión en el Legislativo, pudo haber sido el más articulado porque hasta los panegiristas de la Cuarta Transformación carecieron de ingenio, sagacidad argumentativa y oficio político.

En mala hora, la ausencia de un liderazgo fuerte en el PAN estatal y acaso del grupo dio lugar a la ausencia de la mitad del grupo parlamentario a una sesión en la que política y moralmente estaban llamados a participar.

Así que cuando Rodríguez Della Vecchia anunció la retirada de dos (de los cuatro) diputados de Acción Nacional por lo que llamaron ausencia de resultados, el montaje histriónico fue de pena: sólo ella y su compañero Raúl Martínez salieron del recinto; de Oswaldo Jiménez Liliana Rodríguez, ni sus luces.

En el otro plano, no sólo el esfuerzo opositor del panismo poblano quedó huérfano de solidaridad partidaria en el Congreso de Puebla. El comité estatal de Genoveva Huerta hizo publicar en la cuenta de twitter oficial un post a manera de homenaje el 14 de diciembre por que hace un año Martha Erika Alonso había protestado el cargo de Gobernadora en Puebla.

#UnDíaComoHoy pero del año pasado tomó protesta como la primera gobernadora de #Puebla y de Acción Nacional, @MarthaErikaA.

Buscaban concitar pensamientos positivos en esa red social, preferida por la clase política por la efeméride en la que la consorte de Rafael Moreno Valle tenía un papel central, y sólo encontraron el silencio digital.

Por encima del clima reprobatorio de usuarios de twitter ante ese tuit del PAN poblano, más notorio fue el silencio oficial de la cúpula panista de Marko Cortés, el dirigente que en buena medida debía esa posición el difunto Moreno Valle.

No sólo el niñato que sustituyó a Ricardo Anaya dejó pasar la oportunidad de elogiar a su correligionaria y primera mujer en obtener la gubernatura de Puebla, sino también el segundo de a bordo, el secretario general, Héctor Larios; el vocero, Fernando Herrera; y hasta el coordinador de los senadores, Damián Zepeda.

A la falta de articulación, la oposición política también carece de algo más que estrategia: solidaridad gremial, se llama.