Ayer domingo, Miguel Barbosa rindió su primer informe. Se trató de una rendición de cuentas atípica por muchas razones, principalmente por lo corto del periodo en el cual ha gobernado, apenas cuatro meses; sin embargo, el evento estuvo plagado de mensajes y lecturas políticas, como la ausencia del mandatario en el Congreso, el reclamo de la oposición, los reproches en materia de seguridad y claro, el congelamiento del secretario de gobernación, Fernando Manzanilla.
De manera histórica un grupo parlamentario, el de Acción Nacional, mostró enérgicamente su rechazo al vacío que hizo el gobernador Miguel Barbosa al no asistir personalmente al recinto de la 5 poniente. Los panistas, que por años fueron serviles y sumisos, decidieron “armarse de valor” y mostrarse como una conveniente oposición.
La salida de los panistas del Pleno en la Sesión Solemne también reitera su doble discurso ya que mientras criticaron la ausencia del Ejecutivo en el Congreso, olvidaron su docilidad cuando la exgobernadora Martha Erika Alonso utilizó una triquiñuela legal para rendir protesta en medio de la noche, ante el Poder Judicial, mientras los demás diputados, principalmente los de Morena, acusaban un fraude electoral.
Durante el morenovallismo, los diputados panistas se cansaron de realizar los mismos atropellos que tanto reclaman hoy a los morenistas, aunque se nieguen a reconocerlo.
De las posturas de las otras bancadas lo más destacable fue el señalamiento ante el aumento de la inseguridad. La falta de garantías reales que nos permitan a los poblanos salir a la calle, viajar o transportar mercancías sin ser asaltados, fueron parte de las críticas que eran imposibles de ocultar.
Lo corto del tiempo en el cual ha gobernado Barbosa, le dio sentido a la ausencia del gobernador, quien prefirió cumplir legalmente, enviando la glosa del informe de esos cuatro meses a través de un representante.
Para los ciudadanos que caminaban por las calles del Centro Histórico fue notorio que por primera vez en muchos años, no existió un cerco policiaco, ni el cierre de calles para “blindar” a los servidores públicos que, en teoría, están para atender a la sociedad.
Manzanilla en el congelador
El mensaje político más importante que lanzó el gobernador fue mantener a Fernando Manzanilla, el secretario de Gobernación, en la congeladora. Sí, decidió dejar descansando en su casa al hombre que en teoría es el responsable de la política interna del Estado.
Miguel Barbosa determinó que fuera su secretario de Educación Pública, Melitón Lozano, quien entregara la única copia impresa de su Primer Informe de Gobierno. Y lo menos trascendente es si fue el titular de la SEP o cualquier otro integrante del gabinete.
Lo verdaderamente relevante es que Manzanilla volvió a ser desdeñado por su jefe, lo que confirma que en los primeros días del año podría concretarse la renuncia del secretario de Gobernación, para dejar la política interna del estado en manos de David Méndez.
No sería extraño que en medio del receso navideño, se realicen algunos movimientos en el gabinete de Miguel Barbosa, en donde el más cantado es el del secretario de gobernación.
Habrá que estar pendientes, porque el mensaje fue claro y contundente.