Pudo haber sido la Controversia Constitucional que la presidenta la municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en contra del gobierno estatal, o la múltiple presencia de medios de comunicación, entorno a Rancho Colorado, lo que evitó que fueran tomadas las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), por parte del grueso del personal de la secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE),

Desde antes de la medianoche del domingo 22 de marzo, cientos de elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), se concentraron primero en sus instalaciones ubicadas en la 9 Oriente y la 14 Sur, pero como no cabían se trasladaron a las inmediaciones del Estadio Cuauhtémoc en espera de que se diera la orden para que se trasladarán a las instalaciones de Seguridad Pública del Municipio, para que fueran tomadas por las buenas o por las malas.

La primera versión que círculo fue qué elementos de la corporación estatal, podrían boicotear la orden de ingresar a las instalaciones de Tránsito y de la Policía Municipal, bajando los escudos en señal de apoyo a los uniformados del municipio, porque consideraron que se trataba de sus propios compañeros, ya que muchos de ellos provienen de las filas de la Policía del Estado.

La segunda versión indicaba que la incursión del estado al municipio iba a hacer reseñada por medios de comunicación locales y nacionales, lo que finalmente llevó a quienes organizaron el operativo a echar marcha atrás, eso sí, sin perder el estilo, por lo que dirigieron sus fuerzas al Cereso de San Miguel, para evitar el papelazo.

Un operativo al "ahí se va”

Fue entonces qué cerca de 3 mil elementos de la Policía Estatal, Ejército y Guardia Nacional, se dirigieron al penal de San Miguel, para ingresar de manera sorpresiva y proceder al aseguramiento de armas hechizas, drogas, dinero en efectivo, pantallas y otros menesteres que están prohibidos.

El operativo careció del factor sorpresa, porque para esos momentos los internos del Cereso de San Miguel se encontraban en su fase prevención por la pandemia del coronavirus, por lo que no hallaron más que a internos durmiendo que fueron despertados abruptamente y formados para que fueran revisados sus dormitorios, sin que se hallará nada espectacular, sólo lo que se decomisa en operativos que se realizan en otros penales, pero con mucho menos presencia policiaca.

De la impotencia al berrinche

Como no pudieron tomar por asalto las instalaciones de la SSC, entonces decidieron lanzar a la calle a los elementos de la Policía Municipal que permanecían en las instalaciones del C5, obligándolos a qué sacaran sus tiliches y les dijeron que eran non gratos.

De esta forma enviaron un mensaje a la presidenta municipal de qué su guerra intestinal apenas había comenzado.

 

 

10 ejecutados en menos de 24 horas

Mientras fue movilizada infructuosamente la Policía Estatal Preventiva, sacando a los uniformados de sus bases de operaciones al interior, en menos de 24 horas en Puebla se registraron 10 ejecuciones.

En Amozoc seis fueron asesinados con disparos de AK-47, en Puebla hallaron a un encobijado con un disparo de arma de fuego en la cabeza, en Acatzingo maniataron a dos y le dieron su tiro de gracia dejándolos en la batea de una camioneta y en San Martín Texmelucan les dejaron a un hombre desnudo envuelto en cinta canela.

Todas estas ejecuciones pudieran calificarse como un saludo del crimen organizado, quienes operaron de manera impune sabedores de que la vigilancia se había relajado.

Nos vemos cuando nos veamos.