Para estos días de sobresaltos y estadísticas, para estas tardes que se alargan en la incertidumbre y estas madrugadas de inexcusables equivocaciones del presidente de México acompañadas de las debidas correcciones de su paje fiel, para estas noches de fastidio y zozobra, tengo una propuesta muy agradable. Dos horas y cuarenta y seis minutos, para dejar de pensar en la crisis nuestra de cada día y en la tormenta perfecta que se ciñe sobre nosotros.
La expectación llegaba al cielo y no había una entrada en las taquillas: Plaza de Las Ventas, seis toros seis de Victorino Martín y los lidiadores Francisco Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar. La del uno de junio de 1982, décimo noveno festejo de la Feria de San Isidro fue una tarde histórica, que aportó una gran solidez a las carreras de estos tres matadores y un extraordinario impulso a la promoción de la fiesta brava. Es que en aquella ocasión, los tres espadas, sus cuadrillas, el público y hasta los empleados de la plaza estuvieron sublimes.
El evento fue transmitido por televisión y fue tal el éxito de los tres diestros y del ganadero, que la corrida se repitió tres veces en la programación televisiva. Desde entonces y para siempre, se le llamó La corrida del siglo, y lo fue.
No sólo es la emoción de lo que pasó sobre la arena, todo se conjugó para hacerla inolvidable, incluida la bellísima narración de Matías Prats. Estando en la Biblioteca Carriquiri, en Madrid, me contó mi amigo el escritor José María Sotomayor, que él estuvo a punto de narrar la corrida porque era sobrino político del locutor. Su tío lo llamó por teléfono para decirle que no llegaría a tiempo para la transmisión, que la empezara él, pero un buen amigo de su pariente, lo transportó en una avioneta y así, el famoso comentarista pudo llegar justo a tiempo. Ese piloto fue Sebastián Almagro, al que por cierto, Prats menciona en los primeros minutos de la narración.
Se disfruta en grande que lo que va diciendo Matías Prats, sus palabras de un vocabulario amplio y elegante, aumentan nuestro conocimiento como aficionados. Además, sus comentarios son justos, precisos y atinados con lo que no nos queda la sensación contemporánea pandémica -para estar a tono-, de que los narradores de toros por televisión nos están viendo la cara.
Lo que ustedes van a ver si se animan a entrar a Youtube y buscan el video titulado La corrida del siglo, será el éxtasis de la bravura y la belleza de los toros grises del encaste del Marqués de Albaserrada con ascendencia Santa Coloma y Marqués del Saltillo. El espectáculo de casta y acometividad que dieron “Pobretón”, “Playero”, “Mosquetero”, “Director”, “Gastoso” y “Carcelero” fue fastuoso. Este es, sin duda, el mejor encierro de la casa de la divisa grana y azul rey, que es una de las más bravas del mundo.
Al mismo tiempo, se regocijarán con el oficio de tres toreros portentosos que se crecieron a cada capotazo y a cada pase de muleta. Gozarán con los toros arrancando de largo a los caballos de pica y con los tercios de banderillas en los que alternaron los tres valientes matadores.
Si los tiempos mandan encerrarnos en casa, hay que buscar el modo de pasarlo de la mejor manera. El video de La corrida del siglo es una clara muestra de la intertextualidad del arte: la magia de los toreros se fundió con la bravura de los toros, con ellos, se mezcló el buen decir de Matías Prats y la pericia de un realizador de televisión y sus camarógrafos. Vale la pena, véanla, les va a encantar.