No tiene mucho que de manera discreta, la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla, María de Lourdes Rosales Martínez, decidió separar de su cargo a Ernesto Escamilla González (a), El Cabezas, quién era subdirector de Estrategias y Grupos Especiales, luego de la serie de quejas que existían en su contra, además de las carpetas de investigación, qué le está integrando la Fiscalía General del Estado, por denuncias que van de abuso de autoridad, extorsión y robo.

La separación del cargo además venía acompañada con la orden de que fuera suspendido de manera temporal de la corporación de la Policía Municipal Preventiva, hasta que terminara las investigaciones que había en su contra.

Por unas semanas la disposición se acató, Ernesto Escamilla González colgó el uniforme, el arma de cargo, sus acreditaciones, para darle un respiro a la SSC, que en esos momentos era blanco de constantes críticas.

Pero resulta que González Escamilla apareció de nuevo, a bordo de una patrulla oficial del municipio, con su respectivo uniforme y al parecer el mismo cargo, contraviniendo así las indicaciones de la titular de la Secretaría Municipal.

Pero no sólo regresó a patrullar las calles sino también a exigir su mochada a diversos grupos delictivos qué se dedican de manera principal al robo de hidrocarburos y al mismo menudeo, además de otros delitos de alto impacto.

El reporte de que este personaje ya había regresado viene directo de las filas de la Policía Municipal, porque ya van dos ocasiones que a González Escamilla lo han descubierto visitando puntos delictivos para pedir su "cooperación".

La misma queja indica que este servidor público quedó de nuevo en circulación por orden y mandato de Francisco Cruz Torres, con clave "Plata", que además de ser sub director de Seguridad Pública del Municipio, es consentido de la secretaría de Seguridad Pública y compadre de Escamilla, El Cabezas.

Y es quien dice que manda en el municipio, y se hace lo que él quiere.

¿Será?

Nos vemos cuando nos veamos.