La noche del sábado y la madrugada del domingo personal de la Fiscalía General del Estado cateó una casa que se ubica en la calle Tlaxcala y la 105 Poniente, de la colonia Popular, donde existía el reporte de que no sólo se vendían drogas, sino que además funcionaba como picadero; es decir, se podían consumir e inyectar o fumar drogas sin ningún problema.

El operativo sorpresivo habría dejado un saldo de unos 15 detenidos, entre estos adictos y vendedores, que sin más fueron llevados a las instalaciones de la FGE, para los trámites correspondientes, junto con las drogas y todo lo asegurado

De manera curiosa trascendió que el domingo en los separos de la Fiscalía de la 31 Oriente y el Bulevar 5 de Mayo, uno de los detenidos, que aún no se sabe si fue del mismo asunto, se convulsionó y murió por una presunta abstención de heroína.

Del primer reporte que le comento la FGE no hizo comentario alguno, mucho menos de la muerte del presentado, que se presume haya ocurrido por una abstinencia y no una calentadita, que ya no deberían de existir, pero que aún ocurren.

El caso es que han transcurrido más de 72 horas de las detenciones y la Fiscalía de Gilberto Higuera Bernal, no ha emitido comunicado alguno, como deben de estar obligados por el tema de la transparencia y de no hacer cosas buenas que parezcan malas.

 

El caso es que además del silencio de la Fiscalía de lo ocurrido, la casa que sirve como picadero y venta de drogas sigue aún funcionando, como si nada hubiera pasado.

De la casa que le comento, los vecinos rumoran muchas historias, una de estas es la de un cliente o rival al que mantuvieron encerrado y luego ejecutaron, para finalmente embolsarlo e irlo a tirar a la 11 Sur

Otra historia indica que el dueño, no me pregunte si se llama Miguel porque no lo sé, es hijo de una regidora del Ayuntamiento de Puebla, que le consciente todo.

Nos vemos cuando nos veamos.