Fiel a su perfil empresarial, Joaquín Haces está dedicado a lo suyo. El desarrollo de proyectos que generen utilidad y empleo, como Val’Quirico, en la ex hacienda de Santa Águeda en Tlaxcala entre algunos otros.

Y como todo integrante de la clase empresarial poblana, también tiene sus propias convicciones políticas y hasta partidistas que lo ubica en la medianía de una clase media y alta con una convicción que se expresa en manifestaciones automovilísticas del Frente Amplio Anti AMLO.

Como el resto de los miembros del segmento social al que pertenece, cada vez que hay oportunidad descalifica al grupo gobernante en el país y también en el territorio estatal.

El 17 de julio publicó en su cuenta de Twitter un mensaje que encontró eco entre sus seguidores, amistades y conocidos: “A qué hora caímos de un gran hombre como Melquiades Morales o un Profesional como @RafaMorenoValle a este personaje tan deplorable”.

Se refería al fragmento de una entrevista que Miguel Barbosa concedió a Pablo Hiriart en El Financiero/Bloomberg en donde sostienen una escaramuza verbal por los dichos del mandatario sobre el Covid-19.

Nada hay de extraño en un hombre de negocios que se sintió más cómodo en los gobierno del priista Melquiades Morales Flores, entre 1999 y 2005; tampoco que se haya complacido en la gestión del panista fallecido el 24 de diciembre de 2018 y cuyo gobierno corrió de 2011 a 2017.

Sorprende en cambio la novatez de la dirigencia del Movimiento Regeneración Nacional en Puebla, en manos de Edgar Garmendia Evangelista y Carlos Evangelista Aniceto, el enlace con el Comité Ejecutivo Nacional.

Haces y su familia son los propietarios del inmueble en el que despacha el Movimiento Regeneración Nacional. Garmendia, de la mano de Evangalista colocaron la sede del partido en el que han saltado a la escena política y gubernamental en la propiedad de un convencido de la inoperancia del gobierno federal y en el estado.

El acuerdo comercial para la firma del contrato de arrendamiento en la nueva sede marcada con el número 79 de la calle Teziutlán Sur en la colonia La Paz, sería de unos 80 mil pesos, sin embargo el dardo no ha sido confirmado.

De lo que no existe duda es del gesto desmesurado de poner, literal, la iglesia de la Cuarta Transformación en las manos de Haces, el feroz crítico del modelo de gobierno en curso.