El periodo de naufragio que vive la Conferencia Nacional de Gobernadores, de la que es integrante el de Puebla, Miguel Barbosa, se explica a la luz del agotamiento de un modelo de interlocución con el poder presidencial que comenzó con la primera alternancia política en el año 2000.

De ahí la renuncia del gobernador de Tamaulipas, el panista Javier García Cabeza de Vaca, uno de los mandatarios más actuantes en el debate por la modificación del pacto fiscal.

Hace 20 años que el panista Vicente Fox Quesada había echado del poder a un Partido Revolucionario Institucional plagado de prepotencia y abuso con 80 años de mantenerse dominante en la vida pública del país entero.

No fue el PRI el que estableció diques y contrapesos a un mandatario federal que irrumpió con una enorme legitimidad -que luego fue dilapidada-, sino la izquierda.

Ahí los orígenes de una fuerza política encabezada por liderazgos de notable estatura política, muchos aún actuantes en la escena nacional que de a poco dejaron las filas perredistas.

Fue la época en la que el PRD tenía entre sus filas a Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Arnoldo Martínez Verdugo, Porfirio Muñoz Ledo, Javier González Garza, el propio Miguel Barbosa y Alfonso Sánchez Anaya, quien ganó la elección de gobernador en Tlaxcala en 1999.

Citar el vecino estado es preciso no sólo porque en la historia de México ha sido desde el periodo de la llegada de los españoles a nuestro continente, un laboratorio político que ha dado ejemplos en el contexto nacional.

Ahí nació la agrupación de mandatarios bajo una Asociación Nacional de Gobernadores (Anago) cuyo primer logro fue sacar a Vicente Fox y su secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda de Los Pinos y Bucareli para llevarlos al municipio de Atlihuetzia para negociar criterios distributivos.

El esquema de negociación no sólo era inédito, sino audaz porque hacía a un lado al Congreso de la Unión en donde senadores y diputados federales son negociadores de sus respectivas entidades federativas para el diseño del paquete de egresos y Ley de Ingresos cada año.

Barbosa en Puebla dijo esta semana que el debate sobre una nueva Convención Hacendaria y el rediseño del pacto fiscal tiene tintes políticos y obedece a intereses panistas.

Esos mismos intereses detrás de Acción Nacional son los que están por terminar con un esfuerzo que nació desde la izquierda hace dos décadas, cuando Fox Quesada se hizo del poder.

Lo que natura no da, la derecha no presta.