El proceso democrático de elección del nuevo dirigente del Movimiento Regeneración Nacional en el país es tan legítimo que hasta personajes como Pablo Salazar Vicantello aparece entre los 51 postulantes.
Será uno de los momentos sublimes de quien aspira a tener un haz de luz en el escenario pues nada tiene que hacer al lado de personajes, auténticos pesos pesados, como Porfirio Muñoz Ledo, ex líder nacional del PRI y luego del Partido de la Revolución Democrática, sucesor en ese encargo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y antecesor de Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México.
En un corte preliminar del registro de candidatos a la presidencia de Morena, filtrado a través de diversos mecanismos para tener seis finalistas para luego ser sometidos a una encuesta abierta, efectuada en el Instituto Nacional Electoral (INE), aparecen 28 inscritos en la Ciudad de México y 23 en las juntas locales del INE.
Un total hasta ahora de 51 postulantes, de los que media docena será sometida a ese mecanismo entre el 26 de septiembre y el 2 de octubre. El resultado final se conocerá el domingo 4.
Destaca por su capacidad de operación y cercanía con el habitante de Palacio Nacional, Mario Delgado Carrillo. Por su experiencia y habilidad argumentativa, Muñoz Ledo.
Salazar Vicentello es dueño de su mala fama. Pactó en 2019 con Edgar Moranchel, un topo del edil panista de Atlixco, Guillermo Velázquez, para imponer a Alejandro Armenta sobre Miguel Barbosa y con ello, Eukid Castañón transitara sin problema en Puebla.
En un contexto en el que la sociedad exige y demanda pulcritud, transparencia y honorabilidad, Salazar Vicentello adolece de todos esos valores. Tiene cola larga y la decencia laxa.
Se le ha reprochado ser enviado de la presidenta municipal de la capital, Claudia Rivera Vivanco y es probable que así sea: patiños que prestan su nombre a los juegos de poder abundan en la historia de la humanidad.
Los tontos útiles han formado parte de los engranajes del poder en la esfera pública, ya en la política o los negocios; en instituciones de fe o en el ámbito social.
Lo que habrá que reprochar a los patrocinadores de este patiño vergonzante es haberlo puesto en la palestra nacional para luego impulsarlo a la dirigencia local de Morena, en detrimento del instituto político para el que miles dieron lo mejor de sí.
Salazar Vicentello será el único poblano en aparecer en esa lista de aspirantes a la dirigencia pero será una fugaz participación, no sólo por su escaso nivel de conocimiento público en el país entero, sino por la mala reputación que le precede.