Enmedio de la celebración a nivel internacional del Día del Periodista, en el vecino estado de Veracruz, ocurrió otra ejecución, en agravio de un reportero de la nota roja.
Se trata de Julio Valdivia, quien escribía en El Mundo de Córdova, información relacionada con sucesos policiacos, de casos principalmente que se registran entre Veracruz y Oaxaca.
Al compañero reportero sujetos desconocidos lo levantaron en algún punto desconocido para luego decapitarlo y arrojarlo a las vías del tren.
La antesala de la muerte violenta del periodista fue la misma, primero sufrió amenazas de sujetos desconocidos y por lo ocurrido no es necesario adivinar que nadie hizo algo por ayudarlo y que los resultados fueron funestos.
Se trata del asesinado número 3 en la zona de Veracruz, donde el gobernador es Cuitláhuac García Jiménez, de la Cuarta Transformación y el número 25 en lo que va de 8 años.
Cada vez que ocurre un hecho como estos la primera fase de la investigación al vapor señala a la víctima con grupos criminales, como para poder justificar su muerte, en otras palabras, lo convierten en victimario.
La segunda fase tiene que ver con el medio informativo en el que trabajaba, porque también se dedican a enlodarlo para intimidar a los compañeros de la víctima.
Si la presión es mucha, entonces aparecen las declaraciones de "ya tenemos aclarado el caso", "están identificados los asesinos", "Lo vamos a resolver de inmediato”, "En el estado no hay nadie por encima de la ley", luego se olvidan de todo y cada quien a lo suyo.
El quehacer en la cobertura de información policiaca es complejo, todos quieren salir en la página de deportes, de sociales, pero nadie quiere ser nombrado en una nota roja.
Cada administración de gobiernos los reporteros de Policía somos bloqueados para obtener información, de forma paulatina cierran las puertas de corporaciones policiacas, limitan la información de la seguridad pública y esparcen información oficial donde se jura y perjuran que la inseguridad ha sido vencida.
Del caso del compañero periodista asesinado poco se va a decir y muy poco se va a hacer.
Nos vemos cuando nos veamos.