El lector ya debe de haberse dado cuenta que hay un interés muy grande en desestabilizar algún punto neurálgico del estado de Puebla y armar todo un escándalo, ya sea con fines políticos o criminales.
Quienes tienen interés de poner al estado de cabeza ahora fraguarse una protesta frente a Casa Aguayo, sede del gobierno de Puebla, para protestar por lo que llamaron abusos en el Centro de Reinserción Social de San Miguel.
Le comento al lector que, por reportes de inteligencia de la Secretaría de Gobernación, que los manifestantes, la gran mayoría o todos, no tienen familiares internados en el Cereso de San Miguel.
Es más, cada uno de estos cobró algo así como 800 pesos para acudir a un mitin donde les prometieron que ninguno sería molestado, lo que les dio más tranquilidad.
La protesta se realizó un día después de que la Secretaría de Seguridad Pública, diera a conocer la graduación de 15 internos, uno de ellos con título profesional, informando que los Ceresos se encuentran en tranquilidad.
Le comento que este intento de "calentar" los Ceresos lleva la intención de crear rivalidades y motines que afectarían al Estado, porque no es la primera vez que ocurre, de hecho, desde redes sociales se alienta un conflicto de grandes magnitudes.
En Tecamachalco todos tienen miedo
Tras el trabajo de la entrega pasada sobre los filtros de información que existen entre el gobierno de Puebla y la delegación de gobierno en Tecamachalco, a cargo de Andrés Villegas, le comento lo siguiente.
Un mail enviado a este reportero indica que no hay relación entre la presidenta municipal de Tecamachalco con el delegado de Gobierno, además del necesario para el intercambio de información.
Que este delegado a través de sus reportes ha insistido en que hay inseguridad en este municipio, sin embargo, por alguna razón no le han hecho caso
Que, si existe en Tecamachalco la presencia de la Policía del Estado, es porque desde el interinato de don Guillermo Pacheco Pulido como gobernador de Puebla, fue solicitud del delegado la presencia de esta corporación, lo que así ocurrió.
También le comento que la empresa de grúas vinculada con el secuestro de vehículos, donde están implicados personajes de los cuerpos policíacos, no es propiedad de Rubén Rosales, quien se dedica a la venta de muebles.
Otros reportes llegados al correo señalan la preocupación de muchos de que a raíz de las publicaciones de desaparecidos, homicidios, se incremente más la delincuencia.
Tal parece que todos tienen miedo a las represalias.
Nos vemos cuando nos veamos.