Desde el pasado lunes iniciaron los operativos para verificar que unidades del transporte público lleven un cupo máximo del 50 por ciento, para evitar así aglomeraciones y por ende contagios del COVID-19. 

Al mismo tiempo que se detenía al primer colectivo, ya andaba circulando en grupos de WhatsApp de transportistas, los lugares y horarios donde se realizarían los operativos. 

Obviamente dicha imagen debió haber salido desde las entrañas de la Secretaría de Transportes ¿si no de qué otro sitio? 

La duda es si fue filtrada la imagen que compartimos en esta entrega o por complicidad se busca advertir de cuates a los concesionarios. 

Y así han sido en los primeros tres días de esta semana. 

Nunca falta la información a temprana hora de dónde habrá operativos. 

Llamó la atención que en los dos primeros días solo hubo 30 unidades sancionadas por ir llenas a tope, aunque sólo basta por dar una vuelta por la ciudad para ver a muchos vehículos a cupo más que completo. 

Fueron 15 el lunes, mismo número el martes y 22 miércoles. 

Seguramente algún funcionario se benefició del asunto al estar compartiendo la información, porque de a gratis o por buena gente no creo que haya sido. 

La dependencia debería abrir una investigación, sino esos operativos servirán de poco. 

Cabe decir que los dispositivos para evitar los sobrecupos no son por ocurrencia, ya que se ha demostrado que una unidad colectiva es de alto riesgo de contagio de COVID-19. 

En un sitio cerrado como un microbús y lleno de gente, ni el cubrebocas es tan efectivo para evitar contagios, aunque su uso si reduce los riesgos, lo malo es que no al cien por ciento. 

Claro, al que anda filtrando o de buena onda pasando los lugares de operativos, no le preocupa esa situación, ni cuánta gente se pudiera afectar en su salud. 

¿Y el RUTA? 

Por cierto, hablando de operativos, donde parece que no entendieron la disposición fue en las tres líneas de la Red Articulada de Transporte Articulado (RUTA). 

Sólo hay que darse una vuelta en las horas pico, sobre todo en las terminales del sur de la ciudad y que atraviesan Cholula, donde se aprecian los autobuses llenos. 

Incluso en redes sociales, algunos usuarios lo han hecho notar. ​​​​​​​

Hay que recordar que estas líneas son manejadas por el organismo descentralizado Carreteras de Cuota. 

El director Rodolfo Chávez Carretero, debería darse una vueltecita de vez en cuando por los camiones, para ver las unidades a tope. 

Lo raro de la situación es que dichos colectivos no están siendo supervisados, ni mucho menos mutados o al menos no se ha informado de algo así. 

Esto ha generado mucha molestia entre transportistas, quienes quieren suelo parejo. 

En tanto, los usuarios deben tener extremo cuidado al subir a estos vehículos, sobre todo cuanto van llenos sin sana distancia.  

La casa de campaña  

Mucho se ha hablado en los corrillos políticos de la llegada a la candidatura por la presidencia municipal del actual presidente del Congreso, Gabriel Biestro Medinilla, abanderando del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).  

 

Sobre todo tras el triunfo de Mario Delgado, como nuevo dirigente nacional de Morena, por lo que ahora tiene múltiples posibilidades.  

Sin embargo, quien aún tiene prendida su velita, es la regidora Rosa Márquez, quien el pasado fin de semana inauguró su casa de campaña, perdón, su casa de gestión en la 23 Poniente 114.  

El argumento es que la oficina supuestamente es de las organizaciones Movimiento Poblano por la 4ª Transformación y Reconstruyamos México.  

Pronto cambiarán el eslogan a Reconstruyamos Puebla.  

Tiempo al tempo.