Un servidor conoció a Don Guillermo López, le decían La Borracha, pero me consta no bebía licor ni fumaba, era comerciante ambulante que por decisión de sus mismos compañeros fue nombrado líder de la Organización de Vendedores Ambulantes Fuerza 2000, que se estableció en el primer cuadro del centro histórico, en las inmediaciones del Mercado 5 de Mayo.
A Don Memo, como también le decían sus amigos, le gustaba el trabajo, desde antes que saliera el sol se dirigía a la Central de Abasto, compraba uno y medio cargamento de la fruta de temporada y en la esquina de la 5 Norte y la 16 Poniente la revendía y salía ganando.
Así se hizo de su casa y de un local, aunque siguió como líder del grupo de comerciantes, que eran utilizados para campañas políticas. Escuchó muchas promesas que no les cumplieron, acompañaron en mítines y marchas a candidatos tanto del PRI como del PAN, por lo que les permitían ganar el sustento de su familia vendiendo en las calles.
Don Memo decía "yo prefiero que a mis compañeros los acusen de pelearse, lo mismo que a mis hijos, pero jamás de rateros, aunque el término que utilizaba era "cabronas".
Desde la fundación de la organización Fuerza 2000, Don Memo era generoso con policías, inspectores y todo el que se acercaba a pedirle ayuda, por lo que era estimado, aunque tenía sus aires de pendenciero por haber vivido su juventud y madures en el Barrio de San Antonio.
Don Memo murió por complicaciones en el hígado, por su forma desmedida de comer picante, además de no poder controlar su temperamento y como consecuencia los comerciantes ambulantes que le seguían apoyaron a Federico López, como quien los representaría, al final porque siempre estuvo acompañando a su padre y sabía qué hacer con la organización.
Al paso del tiempo Federico o Fede siguió los mismos pasos de su padre, no permitiendo que en las calles donde estaban sus compañeros se registraran atracos, ni otro tipo de delitos, aunque el humor pendenciero de su padre si lo heredó y entonces era conocido como violento, solo eso, por eso mismo, porque como a su padre no gusta las "chingaderas" lo quieren meter preso.
Actualmente un grupo criminal, con antecedentes penales por delitos de alto impacto quieren controlar todas las calles del Centro Histórico y todos los líderes ya fueron advertidos de que tienen que renunciar a su agrupación y heredarles el poder, algo así como la mafia italiana o los grupos del crimen organizado que cuando llegan a una ciudad pretenden apoderarse de todo lo que les signifique dinero.
En el Centro Histórico el comercio ambulante, aunque nadie lo quiera entender proporciona una fuerte derrama económica para negocios establecidos, a algunos les compran de mayoreo para revender y a otros los fortalece con las compras desde un refresco hasta un alimento, además de que atrae a otros compradores.
El Centro Histórico ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos de comerciantes, principalmente ambulantes, pero ahora el intento de apoderarse de estas calles tiene como fin el de colocar negocios que van a afectar al cliente y a los mismos que tienen sus negocios establecidos.
La decisión de regresar la paz y tranquilidad está en manos de autoridades tanto del municipio como del gobierno, antes de que puedan ocurrir tragedias que lamentar.
Nos vemos cuando nos veamos.