Aunque las elecciones de 2021 están a la vuelta de la esquina, Marko Cortés ya dejó ver que su prioridad es el juego de 2024, por eso le resultó tan urgente la aprobación de anoche por parte de la Comisión Permanente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN para que los candidatos a diputados federales sean electos por designación.

El presidente nacional del PAN colocará el próximo año a algunos de sus alfiles en distritos que en el futuro le pueden dar buenos dividendos y le sumen lealtades con miras a las siguientes elecciones presidenciales.

Amén de ello, sorprende que Acción Nacional busque posicionarse como la segunda fuerza política del país manteniendo viva una práctica que tanto le criticaron la PRI: el dedazo.

Ahora habrá que ver quiénes serían los beneficiados con la determinación de Marko, de entrada en Puebla hay tres nombres que se la jugaron con él desde 2018, y que en ese momento fueron ignorados por el morenovallismo: Rafael Micalco Méndez, Humberto Aguilar Coronado y Ana Teresa Aranda, quien podría llegar en caballo de hacienda para cumplir también con el tema de paridad de género.

Los tres panistas poblanos cuentan con una cualidad que difícilmente otros militantes podrían tener, una experiencia legislativa federal que serviría para hacerle un verdadero contrapeso a López Obrador desde el Congreso de la Unión.

Contar con legisladoras y legisladores que puedan frenar las ocurrencias que salen desde Palacio Nacional y formar los consensos necesarios para impulsar y aprobar reformas aunque éstas no gusten al inquilino presidencial, serán vitales en los próximos cuatro años.

La estrategia del dedazo azul, según nos cuentan algunos panistas bien enterados, será diferente en otros estados donde se realizarán elecciones internas que comprometan a los suspirantes perdedores a seguir en el PAN. La idea es evitar que algunos panistas se vayan a jugar con Redes Sociales o Fuerza Social con México, dividiendo el voto opositor.

En sí se trata de jugar al filo de la navaja, ya que algunos no entenderán la unidad e ignorarán el sentido de la estrategia y harán campaña para quitarle votos al PAN, lo que directamente beneficiará a Morena.

Regresando a Puebla, después de 10 años de sometimiento al morenovallismo habrá que ver si los panistas se acuerdan de lo que eran las elecciones libres, una de las últimas que recordamos fue la de 2007 entre Toño Sánchez y Anatere, donde el panista perdió la ventaja de casi 40 puntos que tenía frente a Blanca Alcalá, para decirlo en términos futboleros: la cruzazuleó.

Biestro asediado a pañuelazos verdes

Para nadie es un secreto que Gabriel Biestro se siente más que seguro de tener la candidatura a la presidencia municipal de Puebla en 2021; sin embargo, cada día que el Congreso se mantiene tomado y que el diputado pospone y rompe los acuerdos con las feministas, mina sus sueños.

La cancelación de ayer para abordar el dialogo con el gobierno estatal y su nuevo plazo para comenzar con los foros para la discusión de la despenalización del aborto, ahora en febrero o abril de 2021, son gasolina sobre un movimiento que está cansado de esperar y ser prudente.

Es verdad que no queremos ver las calles tomadas, pintas en los edificios oficiales o quemas en plazas públicas, pero el miedo o la inacción de Biestro está causando un enojo social entre las colectivas, que como ya ha dicho, se volverá una bomba de tiempo.

Mañana se cumplen dos semanas de la toma del poder legislativo en Puebla y está visto que ante el aplazamiento de diálogos, serán al menos tres.

No recuerdo ningún otro movimiento social que mantuviera tomado el Congreso en la historia reciente del estado, quizá porque, les guste o no, los políticos de otros partidos sí sabían hacer política y llegar a consensos.

Si Biestro no ha podido ser capaz de llegar a un acuerdo con las colectivas y liberar el Congreso ¿qué le hace pensar que podrá hacerlo con otros sectores como los ambulantes, los sindicatos o los empresarios locales?