Desde hoy se lo anticipo, el anuncio del presidente de que en un año todos los mexicanos estaremos vacunados, es una mentira más de las muchas que acumula en su haber.
Lo dicho, a los actores de esta 4T o mejor dicho a nuestros políticos de cuarta, les ha quedado muy grande el saco y no han entendido que gobernar es toda una ciencia, mucho más compleja que simplemente oponerse o montar plantones en Reforma.
Siendo realistas, México enfrentará muchos problemas para la inmunización masiva. Los conflictos comenzarán desde la corrupción hasta la dispersión geográfica, pasando por la carencia de los frigoríficos necesarios, control de registros, idiosincrasia y claro, falta de personal médico que pueda vacunar masivamente a más de 138 millones de mexicanos.
Anoche durante el programa de Destrozando la Noticia realizábamos unos rápidos cálculos matemáticos. En promedio habrá que colocar 240 millones de inyecciones, en 450 días que fue el plazo que el propio gobierno de Andrés Manuel se fijó. Es decir, que cada 24 horas en el país, 534 mil personas deberán ser vacunadas.
En promedio cada estado deberá ser capaz de inmunizar, diariamente, durante 15 meses, a 16 mil 688 personas para cumplir con la meta establecida por el gobierno federal.
Un verdadero absurdo.
No tenemos en México la capacidad médica para que durante un año y tres meses todo el personal sanitario se dedique día y noche a inyectar a mexicanos para alcanzar la cuota.
Y ojo que todos estos cálculos resultan de un supuesto: que México logre adquirir las 240 millones de dosis necesarias para vacunar a más del 80 por ciento de la población actual del país.
Hasta donde se nos ha dicho, hay varias intenciones de compra y acuerdos –de palabra- con diferentes laboratorios pero en los hechos, en concreto, no tenemos, como sí lo hizo Reino Unido, pagadas las vacunas.
Y ahí, en el pago de las inmunizaciones se verá un nuevo conflicto.
Por más que legisladores del PRI, del PAN y de Movimiento Ciudadano patalearon y gritaron que era imperante que el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2021 tuviera una partida etiquetada para la compra de estas vacunas, al final, los diputados de Morena mayoritearon al resto, se impusieron y se negaron rotundamente a destinar una parte del erario para la compra de vacunas.
Así que no se sorprenda si de última hora al presidente se le ocurre nuevamente rifar el avión presidencial, hacer un recorte masivo a los burócratas o inventar un nuevo impuesto para hacerse de más milloncitos y con eso pagar las vacunas.
Regresando al inicio de esta columna, todos desearíamos creer que en un año y medio estaremos nuevamente en las calles, haciendo nuestra vida normal, sin cubrebocas y abrazándonos sin miedo alguno; sin embargo, este sueño cada vez se observa más lejano porque si bien nos va en dos o tres años apenas estaremos completando la vacunación masiva.
Como yo observo el panorama, lo mejor que podemos hacer es mantener la calma, respetar la sana distancia, lavarnos las manos constantemente, usar el cubrebocas y en la medida de lo posible mantenernos en nuestras casas el mayor tiempo posible hasta que realmente el número de mexicanos vacunados sea lo suficientemente alto como para romper las cadenas de contagio y ahora sí, alcanzar la tan soñada inmunidad de rebaño.
Para eso, como ya lo dije, nos faltan al menos unos tres años.