Quiubo, banda intolerante. Su héroe de barrio está de vuelta para traerles la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense porque me les vengo.

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Les juro por ésta, que los partidos políticos le deberían de poner varias de esas estampitas del detente que el Tlatoani de Macuspana hizo famosas porque me cae de madre que, si no existiera el covicho, ya se habrían comido entre ellos como viles caníbales.

No estaba equivocada mi jefecita cuando me decía que la polaca hace que hasta el alma más pura se quiera comer a su competencia. Y es que mis chismosos de barrio no me dejarán mentir del santo desmadrito que se traen en todos los partidos.

Como dirían los senseis de la política: el hueso es el hueso. Y entre que son peras o son manzanas, los madrazos están a la orden del día en los cuadriláteros guindas, blanquiazules, tricolores y el que pinches gusten.

Chéquense ésta.

En el PAN se andan dando tan tupido que ya hasta parecen cruzadas entre los panistas mochos y los neopanistas. Según mi chismoso blanquiazul, al interior del expartido de Don Rafa, vienen manejando una fecha tentativa pa’ definir a su gallo capitalino al cierre de la segunda quincena de enero.

Mientras Doña Genoveva Huerta anda esperando una señal más grande y brillante que la mismísima estrella de Belén, al interior del PAN ya comen ansias pa’ saber quién será la carta que busque limpiar el Charlie Hall de los olores y dolores de Morena. Unos dicen que Eduardo Rivera es el natural, pero hasta no ver, no creer.

Chéquense esta otra.

En el corral morenista nomás no hay quien ponga orden porque, al final de cuentas, árbol que nace doblado jamás su tronco endereza. A cinco años de que dejó de ser un movimiento pa’ convertirse en partido, traen más grietas y divisiones que la México-Puebla.

En tierra poblana no cantan mal las rancheras. Nomás hay que saber leer las pinches señales pa’ darse cuenta de la guerra campal que ya arrancó entre la presi Claudia Rivera y Gabriel Biestro.

Apoyada por tener a su jefecita como titular de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, la Clau se la va a jugar contra el Gabi, quien eso sí, trae un edredón protector tejido a mano en Casa Aguayo.

Biestro y sus promo-packs

Alguien debe de decirle a Don Gabriel que ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre. Porque una cosa es anunciar su destape y otra cosa es andar cacareando el huevo sin haberlo puesto.

Entre tanto carrusel de medios, no le vaya a caer la voladora del Instituto Electoral del Estado por actos anticipados de campaña.