Vaya cloaca la que se habría destapado con la mentada transferencia de votos en la que estarían involucrados Morena, Fuerza por México y Nueva Alianza, durante la pasada elección en esta Puebla capirucha.

Y es que de comprobarse que en los conteos que se fueron realizando en las casillas, pasando por el Consejo Municipal y llegando hasta el Instituto Electoral del Estado hubo mano negra, la cosa estaría que arde.

Cómo no, pos ¿se imaginan mis culebras lo manchado que debe ser que en una votadera se haya permitido la susodicha inyección de votos pa’ que salvaran de último minuto el registro?

Es más, ahí no queda la cosa, pos de entrada supone que en esta chicanada tuvieron que estar involucradas hartas manos y voluntades, como pa’ que nadie viera lo que se hacía.

Y eso no es todo, pos además que muchos gandallas anónimos hayan colado los números, puestos al horno y dejar que hicieran lo suyo, tanto así pa’ parecieran en el Diario Oficial del Estado.

¿Dónde habrá quedado la bolita, como pa’ que casi 30 mil votos morenistas se hayan sumado a Nueva Alianza y Fuerza por México?

Y es que a la de a Wilbur estos cochineros no se cocinan al ahí nomás, nel, tampoco se toman de a solapa, sino que alguien lo tuvo que haber palomeado, sacado punta, ponerlo a fuego lento y dejar que hiciera su chamba.

Pos ahí no hay de otra, tuvo que haber salido de las entrañas de los partidos y de quienes avalaron los números. Así de simple, mis carnales.

¿Qué tal hubiera sido que por error dejaran sin votos a Morena, digo, con eso de que los errores pasan?

A todas leguas se ve que hay gato encerrado, los numeritos no cuadran y tarde o temprano toda la cadena de buenas intenciones va a tener que responder ante Doña Justicia.

Estas chacaladas son el ejemplo de lo puro ilegal, banda, de lo que no debe pasar y cómo los partidos nomás están viendo cómo fletearse sus intereses y no el interés de los chambeadores.

Qué perro oso, mis culebras.

Aumentan ánimos religiosos

Habrá que estar atentos de cómo se resuelve el conflicto religioso en San Pedro Benito Juárez, allá por los rumbos de Atlixco.

Y es que la Segob camotera pedirá a la arquidiócesis cambiar a uno de los párrocos, luego que la banda nomás no lo acepta.

Tanto así, que el religioso, Bartolo Lara Bernardo, nomás no se cuadró con los carnales del lugar, causando que nomás la banda se le echara encima.

Cómo no, si de plano el chismerío ha llegado hasta la presidencia auxiliar, pos ya se la cantaron sabroso que debe sacar al párroco, pero en chinga.

Ojalá que la Segob ponga orden y se evite un problema con tiempo suficiente.

Ahí se las dejo al costo.