Tras haberse quedado sin nada, pues se les cayó la posibilidad de ser al menos regidores o inspectores en San Baltazar Tetela, Pedro Gutiérrez, a quien en el PAN conocen como “Lord Mamila” y su compadre Carlos Ibáñez sacaron el cobre y en un burdo intento por ganar las simpatías de Morena, se apersonaron en la Fiscalía para presentar una denuncia en contra de Eduardo Rivera, curiosamente, una década después de que ellos gozaban del dinero de la comuna. 

Para quienes no conozcan a este par o tengan mala memoria, les comento que Pedro Gutiérrez se ganó el mamilesco mote, luego de que fue descubierto en prácticas orales a una alumna del Conalep justamente cuando él era director del plantel. En cuanto a su compadre, Ibáñez tiene en su haber una historia de violencia, cuando en 2011 fue denunciado por golpear a su novia, acompañada de señalamientos por amenazarla.

La denuncia que ayer presentaron los “dos alegres compadres” genera un claro sospechosísimo, diría Santiago Creel.

De entrada, habrá que ver si “Lord Mamila”, volvió a meter las manos en un bote con papeles con caca como lo hizo en agosto de 2019 cuando utilizó los cestos de basura del baño de una cafetería para sembrar boletas de la elección interna del PAN. 

En aquella ocasión, hasta su amigo Eduardo Alcántara tuvo que deslindarse de él pues lo estaba embarrando con la “caca de sus boletas”. 

De Carlos Ibáñez podemos citar, además de la violencia contra las mujeres, que hay una denuncia en su contra de los tiempos en que era funcionario municipal en San Andrés Cholula, por haber solicitado terrenos a un desarrollador inmobiliario a cambio de otorgarle los permisos de factibilidad.

Se asegura que hay un lote escriturado a su nombre, producto de la presunta extorsión al afectado, Julio César Ramírez y Villafaña, en donde también fue involucrado el exalcalde, Miguel Ángel Huepa. 

Todo lo anterior sin contar la bellísima historia electoral, cuando operaron en favor de López Zavala.

Chulada de chamacos, me cae. 

Los 28 años de Armenta

Ayer, en sus redes sociales, Alejandro Armenta compartió un video en el cual relata uno de los momentos más importantes en su carrera política: cuando rindió protesta como presidente municipal de Acatzingo.

Era 1993 y en palabras de él, ese fue su “nacimiento político”.

Traigo a cuenta este video porque en este momento de efervescencia política donde abundan los padrinazgos e improvisados, es imperante rescatar las historias de quienes han hecho carrera política y que han gastado las suelas de sus zapatos.

Pareciera algo menor, pero al ver que los partidos postulan a luchadores, artistas y deportistas, se distinguen y se valoran factores como el de la experiencia y el oficio político.

Evidentemente la carrera rumbo a 2024 ya inició y Armenta está aplicando aquel dicho que reza: Al que madruga, Dios lo ayuda.

Ya el tiempo nos dirá si su temprana apuesta le da los resultados planteados, que no son otros que gobernar Puebla.