Con prácticamente 15 puntos por disputarse y a cinco semanas de terminar el torneo regular, la franja del Puebla se encuentra en una posición cómoda respecto a meterse al menos al repechaje del fútbol mexicano, a tres puntos de distancia de los veinte con los que les dejó Juan Reynoso y que les permitió colarse al repechaje el torneo anterior; la situación actual se ve realmente cómoda sobre todo porque los rivales que faltan por enfrentar, con alguna excepción, no son de los mejores de la liga.

El próximo viernes se viene Mazatlán, el medio hermano, a quienes de cierta manera también le urgen los puntos para alejarse del porcentaje y tratar de meterse entre los doce primeros, por lo que veremos qué decide el alto mando con respecto a cómo debe jugarse el encuentro, si a navaja limpia o como con el Atlas, a medio gas para manejar un resultado que convenga a los intereses de quien maneja los destinos de ambos equipos.

Varios y diversos motivos son los que se han conjuntado para que el Puebla haya sido bajo la tutela de Larcamón una agradable sorpresa en este torneo.

Por un lado, el compromiso que realizó la directiva con algunos jugadores experimentados como Tabó, Ormeño y Fernández con respecto a que en caso de tener un buen torneo se les darían las facilidades para cambiar de aires obviamente en una venta que les beneficiaría el bolsillo tanto a ellos como al club.

Por otro lado, el hecho de haber permitido que varios jóvenes con hambre de triunfo tengan actividad con lo cual podrían establecerse en el fútbol mexicano en los próximos torneos.

Además, y, por si fuera poco, la llegada de un DT como Nicolás Larcamón que desempacó en el fútbol mexicano con poco cartel y que tiene la intención también de llamar la atención para posteriormente aspirar a ser contratado por algún equipo de mayor nivel en México y también tener mejoras y progresos económicos.

Y ante todas estas circunstancias, los directivos (dueños, no empleados) ven la posibilidad de posicionar a la escuadra en un buen puesto en el porcentaje para tener la chance de, en caso de venta, poder ofertar de mucho mejor manera la franquicia en el corto y mediano plazo de acuerdo al interés que alguna plaza pueda mostrar por tener un equipo de primera división.

Por todo esto que le platico y algunas cosas más, es que la escuadra hasta la fecha camina de manera ascendente.

¿Se abre el Cuauhtémoc?

Las dudas persisten, el interés por abrir existe, la experiencia les dice a los empleados del Club Puebla que no deben abrir, porque van a perder dinero, pero el interés general los hace dudar.

Abrir un estadio con aforo reducido es darse un balazo en el pie económicamente hablando, quizás en el mejor de los casos se puedan recuperar los gastos y eso estaría por verse.

Cómo olvidar los 876 boletos vendidos en el último intento por abrir el estadio frente a aquel superlíder León y donde horas antes del encuentro, con el sello de la casa (la mentira) se dijo que no se abría debido al incremento de la pandemia.

¿Qué harán? ¿Avisarán este lunes que el estadio se abre el viernes para recibir al Mazatlán? O esperarán a que venga Pumas para ahora sí animarse a abrir considerando que vendrá gente de la CDMX y asegurar al menos el 25 o 30% de aforo permitido?

Algunos dan por hecho que se abrirá, aunque en los últimos días y horas se ha manejado un silencio casi sepulcral al respecto.

Debemos recordar y como dato adicional que esta temporada sólo quedan dos partidos a jugarse en calidad de local, Mazatlán y Pumas y obvio, lo que se espera que sea el repechaje donde se tiene la confianza de terminar entre el 5 y el 8 para jugar el encuentro en calidad de local.

Nosotros como siempre veremos y diremos.

Seguiremos en línea.

Hasta la próxima