Quiubo, banda intolerante. Una entrega más en las que este héroe de barrio les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.
Así que agárrense porque me les vengo.
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Decía mi jefecita santa que no hay cosa más peligrosa que una mamá encabronada. Y, en la política, su héroe de barrio les puede asegurar que no hay cosa más peligrosa que una pinche elección.
Si no me creen nomás pregúntenle al candidato a la presidencia municipal de Palmar de Bravo, Hilario Vicente Martínez Alcántara, de a cómo están los sustos.
Y es que resulta que a Don Vice, quien trae los colores de la alianza Morena-PT, lo levantaron, junto con su hijo y parte de su equipo, el viernes pasado por allá en lo que viene siendo la Junta Auxiliar de Cuesta Blanca.
El escándalo llegó hasta los oídos del góber. Fiel a su estilo, sin pelos en la lengua, habló requete clarito: “Fue secuestrado por grupos criminales, fue extraído de un evento público, llevado, secuestrado, intimidado, amenazado. Sabemos quién lo hizo, sabemos quiénes lo hicieron, y lo vamos a cuidar. No podría ser de otra manera. Él es el único caso. Estamos obligados a brindarle la protección debida”.
Acá entre nos, a su héroe de barrio le vienen manejando dos versiones del secuestro fugaz y liberación, tras una buena madriza a Don Vicente.
La primera, según me chismearon, es que habría sido un estáte quieto de gente cercana al candidato del Partido Verde, Adán Silva. No sorprende de tan fina gente que se ha rodeado como Felipe Humberto Mirón Figueroa, expoli municipal durante la administración de Pablo Morales.
Del otro lado de la moneda me cuentan que habrían sido presiones del candidato de PSI, Jacobo Román, quien la trae clara con el famoso Toñín porque quiere asegurar su presencia en varios puntos del Triángulo Rojo pa’ cuidarse las espaldas.
Entre que son peras o son manzanas, la neta es que, lo que comenzó como una llamarada de petate en algunos municipios, se puede convertir en un pinche infierno este 6 de junio.
Conste que acá se los dije primero.