¡Vaya manera de tirarse a matar! Esas son verdaderas ganas de triunfar: la muleta marcando la salida y la espada firme, con el corazón por delante para hacer; de manera enérgica y ferviente, señalaremos trazo de la Santa Cruz. Octavio López se llama el chaval de Yahualica, Jalisco, y “Cedro” se llamó el “novillo” de las dehesas de San Marcos con peso de 467 kilos, lidiado en 4to. Lugar en el, cortijo “Los Fernández” de Guadalajara. Resultado = una cornada de 2 trayectorias 2, en cara anterior del muslo derecho y el corte de Una oreja, tras faena de soberbios muletazos y la estocada en comento y aún con la cornada y profuso sangrado el torero recibió la oreja y con ella en mano dio la vuelta al ruedo. Esto, en agudo y definido contraste, a lo que está ocurriendo en otras tardes, festejos y festejos, oportunidades van y vienen, pero con ausencia de corte de apéndices, que “por falla con los aceros” o “mala suerte con la espada”, “extraordinaria faena que mal logró con la espada”, según leemos en las crónicas. Véase en la foto la precisa formación de la Cruz entre las dos manos del Torero. Foto: Manolo Briones.

 

Mientras, aquí cerca en Huamantla en la Plaza llamada “La Taurina”, pero con un nombre que a los taurinos mucho nos dice: Plaza  Fernando de los Reyes “El Callao”; ha sido otro coleta del rumbo, de Apizaco, Sergio Flores quien ha tumbado las 2 orejas 2 a un bravo de, también de por el rumbo, de La Soledad, de nombre “Contador” el noble y repetidor Toro, cuyos restos fueron premiados con Vuelta al ruedo, recibiendo el Toro la ovación de aficionados y conocedores, lamentablemente en escaso número. Dicen las crónicas arriba de dos/tercios del aforo permitido, lo cierto es que, en la foto del arrastre lento al toro, contrastan la belleza y señorío del guapo albo percherón que jala el arrastre, en contra de lo vacío y la blancura del cemento en el tendido y en contraste también, - como ya es costumbre – con lo nutrido de intrusos en el callejón que no respetan la norma de permanecer pegados atrás; al contrario, asomando torso y barbas al albero. Con este triunfo Sergio se mantiene en primera línea de triunfadores.

 

Se reactiva la fiesta de manera esperanzadora, las Plazas en la zona taurina con-urbana de Madrid, Leganés con su hermosa y funcional Plaza La Cubierta, la muy llena de tradición torera de Vista Alegre, sede este año de los SanIsidros, que cuando esto leemos faltan unas horas para que dé inicio, con carteles de verdadero tronío integrados por auténticas figuras, sin excepciones por caprichos, berrinches o “a mí no me dijeron nada, o no me dijeron cuándo, ni cuánto…” Lo que sí es muy notorio es la ausencia de “figurines” de por aquí de este lado del charco, lo mismo ocurre con el importante certamen de Villaseca de la Sagra, anunciado ya el prestigiado concurso, ante-puerta de sonoras alternativas, pregón de futuras figuras, el Alfarero de Oro en su XXI edición, destacando un enjundioso Desafío de ganaderías, con fierros de gran trascendencia y sonoridad; de esos que mucho suenan y mucho ruido hacen a la hora de los triunfos. Foto: Cartel de Villaseca.

 

¡Qué empuje y bravura de Toro! La emoción prendida en la Plaza. El cuarto de la tarde de la última de Leganés el sábado pasado, el Toro de la ganadería de Cuvillo tan pronto vio a la montura que acababa de pisar el albero fue directo al caballo, con su bravura y tremendo empuje, más el peso de los tres: caballo, montante y su mismo peso logró abrir la puerta de “caballos” y más dramáticamente la puerta que da al pasillo y lleva al primer tendido; con el plausible valor y entusiasmo en su trabajo, los monosabios lograron cerrar esa puerta y una vez recibido el Puyazo ahí mismo en el callejón, coleando regresaron al toro al ruedo. Leganés, corrida de cierre de Feria con una TV audiencia de 179 000 espectadores en directo. Y de Leganés este año ha brotado un pedazo… ¡Pedazo de Torero, Emilio de Justo! Foto 4: @suortiz77.

Va la despedida a propósito de la bravura y empuje que se valoran en la Suerte de Varas, con palabras del libro “El Toreo es grandeza” del cronista Joaquín Vidal: “La emoción la pone el empuje del toro, suficiente para liberar cuanta casta lleva dentro”.