Por segunda acción consecutiva, en el municipio de Palmar de Bravo, sin ningún recato, aparece el crimen organizado.

Fue en mayo del 2018, cuando un grupo de hombres armados, presuntamente ligados al cártel de los Zetas, secuestraron a Ángel Morales Ugalde, quien para ese momento era candidato a la presidencia municipal de Palmar de Bravo, por la vía independiente.

Morales Ugalde estuvo secuestrado durante el tiempo que duró la campaña, sólo fue liberado unos días antes del día de la votación.

Sobre el secuestro no hubo un solo comentario por parte del gobierno de Puebla, de hecho, ni la familia del empresario, ni siquiera sus seguidores políticos, hicieron comentario alguno.

Ángel Morales, es hermano de Pablo Morales Ugalde, quien fue presidente municipal Palmar de Bravo y estuvo detenido porque fue acusado de lavado de dinero, pero logró obtener su libertad luego que no pudieron comprobarle las acusaciones en su contra.

El segundo secuestro

En esta ocasión, el secuestrado por sólo unos instantes, fue Hilario Vicente Martínez, quién por el Partido del Trabajo, pretende reelegirse a la presidencia municipal.

Quienes presuntamente lo secuestraron, fueron los integrantes de una banda liderada por un sujeto que le apodan “El Choco”, que están ligados directamente al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que maneja sus operaciones de Palmar de Bravo a Quecholac y a Esperanza.

En esta ocasión el gobierno de Puebla no sólo se pronunció por el secuestro, sino que anunció protección al candidato mientras duraban las campañas electorales e incluso en las elecciones.

En ambos secuestros resalta que los sospechosos pertenecen a grupos criminales organizados a nivel nacional, qué tienen que ver con el robo de hidrocarburos, de gas doméstico, además de asalto a transportes, robo a trenes y otros delitos federales.

En otras palabras, durante cuatro años consecutivos, se ha dejado ver la presencia de grupos criminales en este municipio, los que definen quién va a ser su candidato a la presidencia municipal de Palmar de Bravo.

Primero fueron los Zetas, ahora el Cártel de Jalisco Nueva Generación.

¿Quiénes siguen?

Nos vemos cuando nos veamos.