El bello municipio de Atlixco, famoso por su gastronomía y clima inigualable, enfrenta uno de sus peores momentos ante el aumento de la inseguridad y la incursión del narcotráfico que ha solapado el actual alcalde con licencia, Guillermo Velázquez.

El panista, que busca la reelección, ha convertido al Pueblo Mágico en un feudo de las llamadas drogas duras, principalmente del cristal.

La entrega de la plaza a los delincuentes ocasiona que balazos por las disputas entre grupos rivales y las ejecuciones sean el pan de cada día.

Aquí una síntesis de los hechos violentos más comentados en los últimos dos meses.

El 1 de marzo, en el puente de la entrada a Metepec, por segunda ocasión se observó una narcomanta. La primera estaba firmada por un grupo proveniente de Jalisco, la segunda no: “Seguimos la limpia, tienen 5 días”.

En la penúltima semana de marzo fueron detenidos Maleni Misel G., y Raymundo S., en posesión de cristal y marihuana, listas para su venta. La Policía Estatal también le echó el guante a “El Felino” y/o “El Dandy”, Ricardo Uriel M., con 58 dosis de cristal. Era integrante de un grupo delictivo denominado Angelinos 13. 

En abril, dos miembros de la banda “Sureños Crazy Raiders”, Angelita Andrea T., y José Damián M., cayeron con 31 gramos de cristal.

El 13 de abril, Daniel D., alias “El Joker”, uno de los principales distribuidores de droga, homicida y extorsionador, fue aprehendido. Al sujeto también se le responsabiliza de la colocación de narcomantas.

Sólo cinco días después, Daniel S., distribuidor de droga, viajaba en una motocicleta Suzuki. Cuando fue detenido se le encontró un arma calibre .9 milímetros.

Al día siguiente, el 19 de abril, los estatales detuvieron a Marcelino S., con 12 kilos de marihuana y 300 dosis de cristal. También era responsable de colocar narcomantas para amenazar a grupos rivales.

Tolerar al narco en el territorio atlixquense ocasionó que hasta menores de edad sean detenidos en posesión armas, drogas sintéticas como cristal y heroína, además de marihuana, como sucedió el 21 de abril con un joven que dijo pertenecer al grupo delictivo llamado “Los Pelones”.

El 23 de abril otro menor de edad fue detenido, viajaba en una motocicleta sin placas de circulación y portaba 5 dosis de cristal.

“Los Pelones” también dejaron de tener una distribuidora en esa misma semana. El 27 de abril capturaron en una plaza comercial a Sandra G., con 28 dosis de cristal.

Antes de concluir el mes, el día 29, Israel G., fue detenido por la Policía Estatal en posesión de 53 dosis de cocaína y un casco táctico.

Además del decomiso de drogas, encuentro dos delicadas “coincidencias” en estas detenciones: Una, que todas las acciones provinieron de la Policía Estatal, mientras los municipales, que tienen mayor proximidad, simplemente no se dieron cuenta de lo que sucedía en sus narices. ¿Alguna orden directa?

Dos. Las drogas que se encontraron son de las llamadas duras es decir, que requieren una organización criminal para su comercialización.

No son casualidades, como tampoco lo es que Guillermo Memo Velázquez no lo vea ni actúe para combatir al narco en su municipio.

Agua por votos

Memo Velázquez no sólo solapa el narco en Atlixco, también tolera la corrupción y otros delitos graves de sus funcionarios.

El abogado Miguel García Sosa denunció ante la FEDE a Edgar Moranchel Carreto, director del Soapama, por ofrecer descuentos, en el servicio del agua, a los empresarios que apoyen con votos la reelección de Guillermo Velázquez.

Moranchel Carreto ha sido señalado por diferentes actos de corrupción y extorsión; sin embargo, no ha sido removido por el alcalde panista.

Edgar Moranchel, excolaborador de Eukid Castañón y Violeta Lagunes, se vio involucrado, en 2018, en el audioescándalo donde sarcásticamente proponen inyectarle miel al gobernador, Miguel Barbosa, para provocarle la muerte.