En estos momentos podría decirse que hay dos directores de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
El primero de ellos es Julián Palomar del Valle, quien, a decir del Gobierno del Estado, pero no de manera oficial, fue cesado de sus funciones por insubordinación, al negarse a dar de baja a Juan Carlos Romero Abraham, (a) Crazy Horse, jefe de la base de operaciones del municipio de Esperanza, detenido por el Ejército Mexicano, en posesión de 300 dosis de la droga cristal, pero liberado por un Juez de Control, quien sostiene que al mando lo cargaron y lo torturaron los mandos militares.
El segundo es un priista de hueso colorado, el contador Omar Álvarez Arronte, quien, hasta antes de la detención de Romero Abraham, estaba a cargo de la Unidad Mixta de Reacción (UMIR), de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), luego de la renuncia obligada de todos los mandos de la SSP en tiempos de Raciel López Salazar.
Primero le comento que Palomar del Valle, en estos momentos se encuentra incapacitado, como consecuencia de una operación de apéndice, por lo que de manera administrativa no ha presentado ninguna renuncia al cargo de director de la Policía Estatal, como se manejó en diversos medios de comunicación.
Otro que tampoco ha sido dado de baja, ni siquiera por la orden del Gobernador de Puebla, es Juan Carlos Romero Abraham, (a) Crazy Horse, luego de que la acusación en su contra por tener un arma de fuego no reglamentaria además de 300 dosis de la droga cristal, se vino abajo al considerar un Juez de Control, qué hubo abuso de autoridad y tortura en su detención, donde además del Ejército, participó la SSP.
Todo tiene una historia, en el caso del comandante Romero Abraham, el Ejército participó en su detención, tras la detención de un sujeto apodado El Vaca Loca, quien tiene una banda dedicada al asalto a transporte en el municipio de Esperanza, y que aparentemente cuenta con la protección de este mando.
Además de todo esto, Romero Abraham es pareja sentimental de una mujer conocida como La Tita, jefa de una red de narcomenudeo que opera en la junta auxiliar de Romero Vargas, con la venta principalmente de la droga conocida como heroína, además de cristal.
Así las cosas, en estos momentos hay dos jefes de la Policía Estatal, además de un mando, el jefe de la base de operaciones de Esperanza, que, si no pudo ser vinculado a proceso, tampoco puede dejar de ser jefe de esa base de operaciones, pese a todos los señalamientos en su contra.
Si se da cuenta el lector, la insubordinación y el abuso de autoridad es quien en estos momentos manda en Puebla.
Nos vemos cuando nos veamos.