Las criptomonedas como lo comentamos en semanas pasadas y los bienes raíces son aliados y cada día lo serán más para protegerse de la inflación, ya que su valor se auto determina con base a la política monetaria del entorno actual.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que en la primera quincena de mayo de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de menos 0.01 por ciento respecto al año pasado, con este resultado la inflación anual se ubicó en 5.80 por ciento.
Ante este panorama, los inmuebles se han convertido en un socio para proteger el dinero a través de Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (FIBRAS), en donde el valor estará determinado por la inflación, de esta forma se puede recuperar su valor en un futuro.
El auge de las criptomonedas, también son una buena estrategia para protegerse debido a su fuerte repunte en los últimos meses y su autodeterminación de valor en el mercado, pero buscar asesoría es un factor clave para analizar las circunstancias del medio financiero.
En cambio, los portafolios como los CETES no cumplen la función de preservar el valor de nuestro dinero en el tiempo porque están relacionadas directamente con el comportamiento de la inflación, es decir hay una tasa de interés real negativa.
Se prevé que la inflación alcance un pico en esta segunda mitad del año; si las dinámicas de la reapertura económica y el dinamismo comienzan a normalizarse en todo el mundo, ayudando a converger hacia una tendencia más estable.
Autoconstrucción
En México de las poco más de 24 millones de viviendas existentes el 23.6 % son autoconstruidas, según el último censo de población y vivienda del INEGI, y este podría aumentar de manera muy importante derivado de las opciones y herramientas que el gobierno federal está impulsando desde varios frentes en su gobierno.
El más reciente es la Guía Básica para la Autoconstrucción de Vivienda Segura, elaborada por la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu), el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y Protección Civil.
De acuerdo con Sedatu, el objetivo del documento es “proporcionar a las familias mexicanas los criterios, procedimientos y recomendaciones indispensables que deberá cumplir una edificación”.
Se trata de un documento con especificaciones sobre el manejo de materiales, dimensiones de los espacios, técnicas de construcción, tipos de cimentación, según el tipo de suelo, entre otros consejos. Todo enfocado en el desarrollo de viviendas que resistan eventualidades sísmicas, hidrometeorológicas o de viento de gran intensidad.
Está especialmente enfocada a las personas de bajos recursos que reciben subsidio por parte de Sedatu para la autoconstrucción, ya que ese grupo poblacional suele estar excluido del acceso a financiamiento por medio de bancos o incluso el Infonavit.
Según los datos del Censo, 69.2% de las viviendas adquiridas o autoconstruidas se financiaron con recursos propios.