En unos días más, los mexicanos seremos convocados nuevamente a las urnas, pero a diferencia de la importancia que tienen las elecciones y nuestra voz al seleccionar a nuestros representantes, esta vez el llamado será sólo para aumentar el ego del tlatoani de Palacio Nacional, ese que últimamente ha criticado a la clase media y a todos aquellos que tienen la maldita costumbre de aspirar a progresar.

El domingo 1 de agosto, Morena y sus huestes tratarán de que al menos 40 por ciento de los mexicanos inscritos en el padrón electoral salgan de sus casas para responder algo que está lleno de ambigüedades, una pregunta tan ociosa que al final no sirve para absolutamente nada.

En la famosa “consulta ciudadana” se violarán, entre otros, los principios jurídicos, pero para el de Macuspana la máxima de que la justicia no se consulta.

En toda la 4T, ufanada de ser un equipo de izquierda y con talento, no encontraron a una sola persona que pudiera redactar de manera clara y concretamente la duda que un día sí y otro también suelta AMLO en sus mañaneras: ¿Quieren venganza?

Y en lugar de eso, como si de una broma de mal gusto se tratara, tuvieron que dictarle este estúpido pegote a la Corte: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.

Y aquí me detengo.

¿Estoy de acuerdo o no?, ¿Así de ambiguo?, ¿Qué pasará con quienes tachen la negativa, estarán afirmando al tratarse de una doble negación o se interpretará que rechazan la propuesta?.

Avancemos.

Que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados”… ¿Cuáles años pasados, desde la conquista?.

¿Cómo esclarecer una decisión política? En todo caso podrías cuestionar a los actores sobre por qué tomaron tal o cual decisión, pero de ahí a que las “esclarezcas” hay mucha distancia. 

Y del dinero que nos costará a los mexicanos hacer toda la pantomima para colocar las mamparas, imprimir las papeletas, pagar a los asistentes de casilla, a quienes concentren los resultados y el resto de la logística, de eso mejor ni hablamos porque sin duda que se nos revienta el hígado de tanto coraje.

Porque aunque AMLO se empecine en negarlo o traernos “otros datos” la necia realidad, esa que nunca se le cuadra al tabasqueño, nos restriega en la cara que siguen faltando recursos para atender la salud de los mexicanos, para apoyar a quienes por causas naturales pierden desde sus cosechas hasta sus casas y para fortalecer los cuerpos de seguridad en México, entre otras cositas.

Sin resultados tangibles

Nadie oculta que en el pasado se cometieron enormes saqueos al país, que las decisiones de algunos líderes ocasionaron la ruina de muchos mexicanos y que crímenes de estado se mantienen en la impunidad, pero con esta consulta, seamos serios, ni se logrará la justicia que exigen las víctimas ni se le resarcirá a ningún mexicano el daño ocasionado.

Para ser más claros ni usted ni yo ni los pobres ni los ricos ni los clasemedieros tendrán un peso más en sus bolsillos si el berrinchito de AMLO termina en el encarcelamiento de algún presidente o peor aún, si como ha pasado en todo su gobierno, a la mera hora, simplemente se le da carpetazo al asunto y se olvida de todo, porque como ya sabemos, su verdadera intención es mantenerse en las boletas, en su eterna campaña.