A Blanca Lilia Ibarra Cadena se le conoce como una mujer de retos.

Por ese mismo temple creció tanto profesionalmente y ahora está en las altas esferas nacionales al presidir al Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI).

Se curtió de las presiones cuando fue presidenta de la entonces Comisión de Acceso a la Información Pública (Caip).

Los embates del entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, fueron constantes y casi a diario.

Algunos los vimos muy de cerca en su tiempo, cuando interponíamos recursos de revisión contra respuestas escuetas u opacidad constante del morenovallismo.

La mayoría de las embestidas y amenazas (algunas hasta familiares) fueron para que votara a favor de esa opacidad.

Nada más hay que recordar los temas de los despedidos o de la compra de los helicópteros Agusta.

Pero Blanca Lilia jamás se dobló y al final de su administración, tuvo que irse de Puebla a la capital a buscar otro camino lejos del morenovallismo.

Se fue de Puebla con la frente en alto y con muy buena imagen, que la dio a conocer en el mundo de la transparencia, el que finalmente la encumbró.

Ahora se dice que esa misma impavidez, fue uno de los motivos por el que se encumbró, al saber que venían tiempos difíciles para la transparencia en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ya lo habíamos comentado en su momento en este espacio cuando llegó al cargo, que era la mejor opción y ahora lo está demostrando.

Y es que no es nada fácil determinar interponer una controversia constitucional contra el decreto presidencial de catalogar como de seguridad nacional la información de las obras emblemáticas lopezobradoristas.

De este modo, el INAI acudirá ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en contra del acuerdo por el que los proyectos y obras de infraestructura del Gobierno de México son considerados de interés público y seguridad nacional, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 22 de noviembre.

Los comisionados analizaron los alcances del acuerdo y se determinó ejercer este control constitucional para evitar que las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal reserven por seguridad nacional, de manera generalizada y anticipada, la información de proyectos y obras.

Un aplauso para los comisionados por la determinación, la que se espera llegue a buen puerto.

En tanto, de Blanca Lilia no nos extraña, simplemente ha demostrado de qué está hecha.

Los dados están echados.

Tiempo al tiempo.