Con una desafortunada declaración pudimos conocer el verdadero pensamiento de una secretaria fifí que equipara a los pobres con animales y a quienes se debe tratar “como personas”.

Durante su comparecencia, Elsa Bracamonte González externó: “Generalmente son los pobres y los más vulnerables los que tienen que tomar ese transporte (público) y creo que como un derecho humano necesitan ser tratados como personas, y merecen un transporte para personas. Porque a veces, si alguno se ha subido, pues los transportes parece que llevan animales u otro tipo de mercancías”.

Desde el Poder Legislativo y ante los representantes de todos los poblanos, la responsable de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT), se lavó las manos sobre el pésimo servicio del transporte público pese al alza que nos recetaron en el costo del pasaje.

Bracamonte González lleva más de nueve meses en el cargo y los poblanos seguimos sin un reordenamiento, sin revisar los derroteros, sin actualizar las unidades ni romper con las mafias que mantienen desde rutas piratas hasta acuerdos para no respetar los horarios de servicio.

Una hipótesis es que para la secretaria fifí, el tema del transporte público, ese que usan “los pobres”, resulta tan irrelevante en su visión que simplemente no está entre sus prioridades.

Otra frase en su comparecencia que llamó la atención fue “algunas veces he utilizado el transporte público”, es decir, que no ha vivido la realidad que cientos, miles de poblanos padecen cada día.

Bracamonte González presumió en la comparecencia que despidió a todos los delegados de la secretaría porque, como siempre dicen en la 4T, todos eran corruptos, sin embargo lo que la gente quiere son resultados.

También cayó en verdaderas contradicciones al decir que no se tolerará la piratería, sin embargo basta darse una vuelta por el Periférico para ver que el servicio de transporte no autorizado es una realidad y necesidad para miles de usuarios.

La mujer que se asombra de las unidades y la forma de manejar de los choferes, que en casi todos los casos carecen de prestaciones y un salario fijo, desconoce el mega problema que se generaría si de la noche a la mañana decide quitar los autosardina que recorren de Valsequillo a VW ante la falta de unidades de la ruta Periférico.

Esos “pobres” que viajan apretados junto a cinco o seis personas más en cada vehículo pirata no lo hacen por gusto, sino por necesidad y en ocho meses no ha logrado revertirlo.

¿Y los atracos?

De los constantes asaltos en el transporte público, muchos de ellos a mano armada y hasta con heridos, no dijo nada.

El silencio cómplice de la secretaria fifí también alcanzó para olvidarse de los incrementos desmedidos en diciembre pasado de los taxis ejecutivos como Uber o Didi.

Que conveniente.