La instalación de los famosos parquímetros en el Centro Histórico está pegando con tubo pues a más de uno ya le dio eso de “hablar por hablar” haciendo unos perros osazos.

Y es de que el tema levanta toda clase de pasiones que desde los más truchos hasta los menos leídos andan regando todo el tepache.

Así merito le pasó a la mismísima presidenta de la Comisión de Movilidad, Infraestructura y Servicios Públicos del Cabildo poblano, María Fernanda Huerta.

Resulta que a la Marifer se le ocurrió la brillante idea de proponer que sean los viene, viene, quienes se encarguen de cuidar los parquímetros después de que les den el banderazo de salida.

Pa' comenzar, ¿ahora resulta que los parquímetros necesitan niñeras pa’ que nos le pase nada y amanezcan enteritos?

Hasta las mafias de franeleros se quedaron de a seis, cuando se enteraron de la propuesta. Nomás no se la creían y hasta sacaron las caguamas pa' echar brindis

Y es que a menos de un mes del arranque de los parquímetros, a la de a Wilbur urge poner orden el Centro Histórico, donde la ley de la franela se aplica a lo varil.

Pero no estaría de más echarle cabeza, pos desarmar el bisne tendría que ser de raíz, y no esperando que un puñado de viene, viene al rato anden jineteando la lana.

Pos, ¿a poco creen, banda, que los franeleros no van a ver cómo sacarle el jugo al bisne?  Al rato, de 5 en 5 varitos por echarle al parquímetro va a ser la cuota oficial pa’ estos comerciantes de la parqueada.

Y eso no es todo, mis valedores porque pa’ rematar la Marifer aseguró que los viene, viene, serán seleccionados por sus aptitudes y meterán a cursos de capacitación, pa’ tener bien amarraditas sus tareas.

No es que su héroe de barrio sea mal pensado, pero si estos valedores serán contratados con todos los beneficios laborales, ¿serán nuevas plazas a costa del Charlie Hall?

Si resultara que Simona la Mona, al líder sindical, Gonzalo Juárez, le estarían poniendo servida la mesa sin mover un dedito.

Pa' la próxima, ojalá que la Marifer la piense un poco más antes de tomar el micrófono, pos en lugar de propuestas parecen “mensajes cruzados”. ¿O no?