A su héroe de barrio no le gusta andar de malpensado, pero está cañón no ver que los empujones ya comienzan a darse con todo en las filas morenistas. Porque mientras todos apuntan al 2024, los que se mueven “no salen en la foto”.
Así como lo leen, mis valedores, resulta que en Morena ya se están armando los clásicos cortes de caja, pa’ ver de qué pié cojean.
Y es que con todos los escándalos partidistas que se traen, hace harto ruido la mala fama que más de un militante se carga.
No de a grapas el jefazo del líder del Congreso, Sergio Salomón, salió a cerrarle el paso a los que perjuran que la mala fama de Clau Rivera le pegará a los morenos.
Pos de plano, Don Sergio soltó la vieja confiable de que cada militante se rasca con sus uñas, y si de plano traen cola que les pisen, ni metan al partido.
Ora sí que “justos pagan por pecadores”, banda, y será ante doña justicia donde tendrán que echarle los kilos pa’ limpiar al menos su nombre.
Y así como pa' dejarla botando, lanzó una piedrita pa' recordar que la expresi municipal tendrá que aclarar a la de a Wilbur los 779 millones de pesos, por observaciones.
Es más, carnalitos, afirmó que nel, los partidos no son responsables de cómo se destrampan sus militantes, y menos de la fama que tienen cuando dejan el poder.
Así merito los mensajes que se echan entre morenistas, valedores, y es que pa’ no dejar dudas al aire, rechazó que para las próximas votaderas haya voto de castigo pa’ su causa.
No por nada, banda, pero bien activa se le ha visto a Clau Rivera en el Tuister, hasta en vivo y a todo color, promoviendo el mentado Aeropuerto Felipe Ángeles y la reforma eléctrica, mientras le andan “apedreando el rancho”.
Pos aparte de las observaciones y el tirito que se aventó con la Auditoría Estatal, ahí queda el trancazo que le lanzó el Tribunal Electoral al confirmar uso indebido de recursos públicos a su favor, cuando aún mandaba en el Charlie Hall.
Ahora sí que con ese historial, no extraña que desde las alturas del partido mejor pongan tierra de por medio, y no terminen pagando el plato antes de la mera hora.
El manotazo quedó en la mesa, y como diría mi Juanga, lo que se ve no se juzga, la operación limpieza no tiene vuelta de hoja.
Ahí se las dejo al costo.