Ayer se cumplieron 28 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas, pero al parecer para la dirigencia estatal del PRI el acontecimiento que marcó un antes y un después en la política mexicana… no fue para tanto.
O al menos así lo hicieron notar quienes un día antes dieron franca promoción a la visita de Sara Rocha Medina, secretaria de Gestión Social del CEN, para anunciar convenios con ópticas y laboratorios, lo cual puede verse como una violación a la veda electoral.
A los organizadores priistas, en otros años, ejemplo de una maquinaria perfecta, se les olvidó invitar a la prensa al homenaje de Colosio Murrieta y quedaron rezagados a escuchar el evento a través de una transmisión en línea.
Lo que llama más la atención, es que el de ayer sí fue un evento “digno”, a diferencia de los realizados en los últimos años, donde llegaba el secretario del secretario. Ayer sí hubo buenos oradores, como Silvia Tanús y Jorge Estefan.
Recordemos que hace cuatro meses en este espacio señalamos que el apellido Colosio volvería a escucharse, luego de que su hijo, actual presidente municipal de Monterrey ya está jugando en las mediciones para suceder en 2024 a Andrés Manuel.
En la más reciente encuesta de El País la revelación es que el 53 por ciento de los que respondieron, aseguraron que votaría por el hijo de Luis Donaldo, quien, dicho sea de paso, no ha realizado campañas a nivel nacional.
Eso nos deja ver que la marca del hombre que hace 28 años sentenció en el monumento a la Revolución: “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia”, continúa vigente.
Y los buenos priistas lo saben.
Ayer Jorge Estefan envió un mensaje directo, es necesario recuperar la marca Colosio y relacionarla con el PRI. El apellido se debe rescatar y tenerlo como bandera.
Sus palabras llevaron dedicatoria “Colosio era la ilusión de cambio en el país, él sí iba a sacar adelante a los pobres, no como los discursos de ahora, tenía un sentimiento social, no era un político caprichoso, ni ambicioso, ni era autoritario”.
¿Habrá llegado a Palacio Nacional alguna de estas frases?
Es verdad que sería un error que los priístas dejaran perder el nombre de quien fue su candidato a la presidencia en 1994, sobre todo cuando las frases del sonorense en torno a la pobreza, contrastadas con las acciones del gobierno obradorista pueden pesar.
Sin embargo, así como lo escribí en este mismo espacio hace cuatro meses, Movimiento Ciudadano se ve más cerca de Luis Donaldo que el tricolor.
Afortunadamente para el PRI, el presidente municipal de Monterrey, llegó como candidato priísta y podría ser el aspirante presidencial que una a los dos partidos.
Su potencial es grande, sobre todo porque ya sabemos que el mexicano vota con las vísceras y casi siempre está del lado de la víctima.