El restablecimiento de la regularidad y el orden en la Secretaría de Seguridad Pública alcanzó ya a la Policía Auxiliar donde se habían presentado algunos malos manejos por parte de quien fuera el director administrativo, a quien le pidieron su renuncia hace unos días, justamente por las irregularidades.

Resulta extraño, por decir lo menos, que justamente quien ocupara ese cargo se dedicara en las últimas semanas a aliarse con algunos twiteros y columnistas que se han caracterizado por lanzar críticas sin sustento a la administración estatal, pero parece que la jugada no le salió muy bien.

Se crearon cuentas falsas de redes sociales, se filtró información a ciertos twiteros y columnistas con la intención, primero de hacerse de todo el poder dentro de la Policía Auxiliar y luego para intentar atacar a otros funcionarios.

¿Con qué objetivo? Solo el creador de esa estrategia lo sabe, pero parece que lo movieron sus ambiciones personales.

Lo que ha quedado claro es que generar insidia, utilizar perfiles falsos en redes sociales y generar conflicto al interior de la Policía Auxiliar y alardear de supuestos padrinazgos no da buenos resultados. 

Por el contrario, lo que genera resultados es dedicarse al trabajo, esmerarse por encontrar mejores condiciones para los agentes y escuchar sus peticiones y sus necesidades.

Recobrar el orden en la Policía Auxiliar resultaba necesario porque se trata de una corporación que los gobiernos anteriores utilizaron como caja chica (que no es tan chica en realidad) e incluso fue utilizada con tintes políticos para perjudicar a los adversarios de gobiernos panistas.

Parece que de la salida del que fuera el director administrativo le quedará una lección por aprender, cuando se ocupa un cargo público se debe dedicar a trabajar no a grillar, ni jugarle al soprano con los columnistas. Pero bueno, hay gente que no entiende que las cosas ya cambiaron.