Quien anda convertido en un vil remedo de personaje en película gringa, es el Dandy de Quecholandia, diputado local y dirigente priista, Néstor Camarillo Medina.

Resulta que el jefe del tricolor convirtió el bautizo de su hijo en una pésima copia de El Padrino, pos de buenas a primeras exhibió el derroche del puro billete a lo varil, nomás que con el mal gusto que lo caracteriza.

Y es que, según me contó mi chismoso del pachangón, Nestorcito aprovechó el evento de su morrito pa’ comenzar a pactar acuerdos, según los intereses que le cantaron emisarios enviados desde San Lázaro.

Es más, banda, cuentan en el ring tricolor que el evento fue un pase de lista descarado, donde casi, casi, pasaron báscula amarillos, priistas y pitufos, todos por igual, a tal grado que el festejado lució de a solapas, sin su flamante padre.

Y ahí no quedó la cosa, pos la comilona ya fue despertando muchas dudas entre los presentes, por el dispendio de lana, pos igual que sus Covifiestas no faltaron los excesos.

Ahí nomás pal’ quemón, se llevaron las palmas los chous de “La Sonora Dinamita” y la verdadera “Banda Machos”, que apenas entonaba La Culebra más de uno puso tierra de por medio, no fuera a caerles la voladora.

Y es que haciendo cuentas, dicen los que saben, el bautizo en la iglesia de la Inmaculada Concepción, oficiada por los meros, meros de la grey católica, más la fiestecita en el Salón-Jardín “Alberalia”, sueldos de grupos y todo lo que se acumule, habría rondado varios melones de pesos.

Lo bueno que el sueldito de 50 mil morlacos como patrón priista, y las migajas que se embolsa como dipu local, otros 80 mil pesitos, le alcanzan pa’ echar la casa por la ventana cuando y como quiera.

Nomás no andemos mal pensados cuestionado de dónde saca Nestorcito Camarillo tanto varo, si a leguas se nota que es bien ahorrativo, tanto así que hasta su propio compadre, el dipu federal, Pablo Angulo Briceño, resultó ser presencio de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.

Y eso, nomás, por si habría de cuidarle las manitas. No se anden creyendo que tenga cola que le pisen y menos jugándose la carrera política en dos años.

No, banda, eso, se los juro por ésta, no pasa en la polaca camotera, y menos con tan finísimas personas.

¿O no?