Al interior de la Fiscalía General de Puebla el tráfico de influencias llegó al límite, luego que la encargada de supervisión de inmuebles, Luz María Becerril Aragón, mantiene a su sobrino Salvador como arrendatario de esas propiedades.
Lo peor es que arrendadores de Tepeaca recibieron amenazas del sobrino, quien presumió que es familiar de la funcionaria.
Ojalá se les exijan cuentas de la supuesta inmobiliaria con la que operan sus negocios. (SVC)
Una bancada del PAN dividida
En el Congreso del Estado, la bancada del PAN ya muestra una fractura que difícilmente sanará en lo que resta de la legislatura y es que no se trata de dos, sino de tres pequeños bloques los que existen, y las propuestas que envían no van con la unidad.
Para muestra un botón. Hoy en día hay tres que quieren la coordinación, Mónica Rodríguez, Aurora Sierra y Eduardo Alcántara, quien no quiere soltar el hueso, así que cada uno amarró a sus simpatizantes, pero es posible que en las votaciones para elegir auditor o auditora voten de manera diferenciada, es decir, que cada cual jale agua para su molino. (FSN)
Blindarán el Puebla-Mazatlán
El 100 por ciento de aforo del mundialista Cuauhtémoc significa más de 44 mil aficionados, entre ellos algunos y algunas desadaptados sociales, por ello la administración municipal destinará a más de 800 efectivos, además del Juzgado Itinerante, para cuidar el juego.
La autoridad no quiere ver ninguna bronca en el coloso de la Calzada Zaragoza porque en todos los estadios los aficionados se están dando hasta con la cubeta, sin importar la tragedia del Querétaro vs Atlas ni las sanciones impuestas.
Tan es así que los municipales tienen la orden de trasladar a los rijosos al Juzgado Itinerante para ser sancionados inmediatamente.
La Síndico Guadalupe Arrubarrena estará vigilante al interior del Cuauhtémoc para que todo el encuentro sea pacífico. (JAM)
Los recuerdos
Cuando llegó al desfile del 5 de Mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador en una flamante Suburban, al parecer blindada, todos parecieron extrañar aquel Tsuru blanco que usaba hace algunos años.
Al mismo tiempo, en la Casa Blanca, en Washington, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, nombró primera dama a Beatriz Gutiérrez Müller, aunque ella juraba que no lo sería jamás.
Tanto el Tsuru, como el nombramiento de la esposa del presidente de México, (poblana por cierto) son ya sólo recuerdos y muestras que el poder transforma. (JC)