La autosuficiencia alimentaria que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador como medida paliativa para reducir la inflación es una verdadera tomada de pelo.  

El proyecto "Jornadas de producción para el autoconsumo" que presentó el pasado fin de semana en Puebla difícilmente generará los beneficios que presume.  

Dos de los primeros problemas que enfrenta la última locura del emperador son el espacio y el tiempo. Me explico.  

Es verdad que en gran parte de las zonas rurales de nuestro país existe el espacio físico para que los mexicanos siembren árboles frutales, milpas de maíz y hasta hortalizas, sin embargo, en las urbes donde se concentra la mayor cantidad de la población y donde los cinturones de miseria se notan más, los espacios actuales no incluyen “una parcela” para hacer los huertos urbanos, en muchos casos ni la luz del sol ni el agua llegan, sin ellos, las plantas simplemente no crecen.  

Y aquí viene el segundo “pero”. La propuesta de sembrar lo que cada familia consumirá requiere de mucha dedicación y tiempo, más allá de los cuidados y fertilizantes.     

Pensemos que alguna familia acepta el reto y hoy mismo siembra tres plantas de jitomate, aunque no sea la mejor temporada para ello. De esas tres plántulas, seguramente una podrá sobrevivir y después de 3 o 4 meses ofrecer los primeros frutos.  

Al cabo de ese tiempo podrá contar con los primeros frutos y si corre con suerte en el primer ciclo recolectará de 3 a 5 kilos de jitomates. 

En su demagógico discurso, AMLO plantea que se siembre en predios de media hectárea. No suena mal, pero en los hechos, habría que primero encontrar la forma de distribuir la tierra, partiendo de la base de que las buenas tierras, no son las que tienen los campesinos

Y además, de que la inmensa mayoría son tierras de temporal, con todas las vicisitudes que esto implica.   

No se necesita ser un genio de las matemáticas para deducir que el proyecto es incosteable y por lo tanto, inviable

¿Cuántas plantas tendría una familia que atender, durante medio año, para realmente ahorrarse 50 pesos en el mercado

La semana pasada, previo a la gira de López Obrador, Carlo Núñez publicó en su columna Resabio otro de los problemas que el presidente no resolverá; aquí un fragmento:  

“Parte del problema es que el presidente no entiende cómo se alimenta a un país de 130 millones, lo puede ver en una confusión bien marcada: “la siembra de autoconsumo nos salvará”.  

Un despliegue de esta incapacidad la veremos a partir del día de mañana, cuando el presidente comience una frenética gira. Viernes: Monterrey y Guadalajara. Sábado: Veracruz y Puebla. Domingo: CDMX.  

¿El objetivo? Reunirse con agrónomos, técnicos y extensionistas para lanzar –por cuarta vez– una campaña para impulsar la producción de autoconsumo en trigo, maíz, frijol y arroz con pequeños propietarios. Por competitividad y economías de escala los pequeños productores apenas siembran el 8% del arroz nacional y 11% del frijol, del trigo 2%.   

En México existen unos 200 mil agrónomos, el presidente estima reunirse con 10 o 12 mil. Ese es el único número semi-creíble en la retahíla de mentiras de la federal Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria que ha contaminado la agricultura nacional”. 

En resumen, la propuesta es peor que un mejoralito y en nada ayudará a reducir la inflación que se ha elevado a cifras que desde hace más de dos décadas no padecíamos.  

El encarecimiento de los alimentos, servicios básicos y en general de todos los productos –básicos o no- golpeará con toda su fuerza a los mexicanos y entonces sí, como dice su eslogan, quienes resentirán en el estómago este latigazo serán “primero los pobres”. 

Tras la cita, debo decir que no debemos darle vueltas al tema, el proyecto de producción para el autoconsumo no es más que otro plan marrullero para que el señor siga en campaña de cara a la elección de 2024

Lean esto. En la presentación del proyecto, se dijo que en los próximos treinta días, se van a realizar 10 mil asambleas en todo el país, para explicar las “bondades” de esta nueva ocurrencia

Así como usted lo lee: 10 mil asambleas, que si las multiplicamos por quinientas personas, llegarán a 5 millones de incautos a los que les venderán la idea de que van a producir lo necesario para comer y no padecer la creciente inflación del país

López Obrador está consciente de que debe aceitar la maquinaria electoral que se le viene oxidando desde hace tiempo, y apuesta a que con este cuento del autoabasto pueda recuperar seguidores

En el colmo del cinismo, en la asamblea del sábado, le informaron al presidente que en esas 10 mil asambleas van a repartir el folleto de El Fisgón, monero convertido en el bufón de Palacio, quien ahora dibuja panfletos de adoctrinamiento para la 4T.  

Ya en una próxima entrega abordaremos a fondo por qué es la crónica de un fracaso anunciado, pero de momento les dejo esta reflexión, ¿por qué en Cuba no han implementado con éxito una idea tan básica como la de sembrar para el autoconsumo pese a contar con tierras altamente fértiles

La respuesta —de tan evidente—, sobra escribirla.