Sin ningún debate ni sobresalto, Amanda Gómez Nava fue nombrada por la LXI legislatura como la nueva titular de la Auditoría Superior del Estado. La designación era lo de menos, estaba cantada.  

Lo grave es que nuestros diputados no tuvieron ningún reparo en colocar en tan importante sitio a una mujer que, como lo muestran los videos, no cuenta con la preparación necesaria para ello.  

Y antes de que me reciten su CV o me cuenten de qué universidad egresó, les recuerdo que los papeles académicos no necesariamente reflejan los conocimientos y habilidades de las personas.  

La principal tarea del titular de la ASE será auditar las cuentas públicas y justamente a la pregunta ¿Cómo se integra? Ella no pudo responder.  

Además de ser la burla nacional, la votación de los diputados de Puebla nos retrata a los hombres y mujeres indignos que aceptaron sin chistar la decisión de sus cúpulas.  

Increíble que no hayan tenido ni la fortaleza ni la capacidad para hacer un frente común donde argumentaran que sí, que aceptarían la decisión de su jefe político, siempre y cuando se tratara de una persona con la capacidad necesaria para ser Auditor Superior.   

Tras la vergüenza, ¿Con qué cara mirarán a sus electores, quienes les dieron la confianza de su voto después de que traicionaron tan vilmente ese apoyo

¿Cómo pueden asegurar que a diferencia de la elección de Francisco Romero, quien hoy se encuentra tras las rejas, esta vez sí eligieron al mejor perfil

Decir que el puntaje tan bajo que obtuvo Amanda Gómez en la entrevista presencial se compensa con las buenas notas de su trayectoria académica, es tan absurdo como aquella ocasión en que otros diputados sostuvieron que para elegir a un comisionado de Derechos Humanos era más importante evaluar lo cualitativo que lo cuantitativo.  

Y ahí está, a la vista de todos, el opaco e imperceptible trabajo del titular de la CEDH, como muestra de que no podemos colocar en los puestos importantes a quienes carecen de los conocimientos necesarios para desempeñar el papel.  

El caso de Amanda es como si dejaras como panadero a alguien que no puede diferenciar entre la harina y el azúcar, no puedes querer ser entrenador de fútbol y no saber cuántos juegan en tu equipo.  

La Auditoría Superior tiene como función principal revisar las cuentas públicas y si no sabes cómo se integra o compone una cuenta pública es claro que estás reprobada.  

La elección de los diputados, quienes seguramente buscarán la reelección en un par de años, refleja que tenemos pésimos representantes y que si así legislan y deciden el futuro de Puebla, estamos jodidos.  

Tan jodidos, que leyes urgentes como la despenalización del aborto siguen atoradas y esperando a que las bancadas decidan que ya es momento de garantizar los derechos de las mujeres.